En ocasiones, la más pequeña pista es la que puede ser clave para conseguir resolver un crimen, sobre todo si se cuenta con el cuantioso apoyo ciudadano de Twitter. Tras un año desde su suceso, el famoso 'crimen de la etiqueta' parece haber sido resuelto por la Policía, gracias a la colaboración ciudadana en la red social. Han sido nueve las personas implicadas en el homicidio que ocurrió hace un año, de un hombre en su domicilio de Madrid.
Los sospechosos dejaron como única pista para la Policía una etiqueta de color naranja, procedente de un bazar chino, en el cual, los autores del homicidio habían comprado previamente guantes de látex, cinta americana y bridas. Instrumentos con los que luego amordazaron y maniataron a la víctima.
Los asaltantes ataron, amordazaron y torturaron el cuerpo semidesnudo de la víctima, hasta que finalmente acabaron con sus vidas. El cuerpo apareció en su domicilio particular de Madrid, tras la alerta de los familiares que, no podían acceder al hogar de la víctima, el cual no contestaba a las llamadas. Fue necesaria la intervención de un cerrajero para, finalmente hallar al hombre muerto.
El asesinato y asalto a la casa había sido planeado con anterioridad, pues los autores actuaron a sabiendas de que la víctima estaría en esa hora en su casa. Los asaltantes querían que la víctima les diese el número de la caja fuerte, si bien no consiguieron sacarle la combinación de la caja fuerte, los asaltantes se llevaron la caja cerrada del lugar del crimen.
Con la única pista del crimen una etiqueta de un bazar de Madrid con un precio de 1,80 euros para sus guantes de látex, la Policía recurrió de manera algo desesperada pero inteligente, a la colaboración de Twitter, mediante un comunicado en su cuenta oficial en la red social: "¿Sabes de qué comercio de la Comunidad de Madrid puede ser esta etiqueta?", preguntaban el 2 diciembre en su perfil. "Solicita a quien tenga información sobre ello que se comuniquen por correo a la dirección [email protected]".
Esa misma tarde, los propios internautas de Madrid supieron reconocer el "SUPER BAZAR" del que los autores del homicidio y robo habían comprado los guantes. El establecimiento situado en Parla era la nueva pista para los agentes que, gracias a dicha pista, consiguieron seguir con la investigación, hasta dar con la implicación de 7 hombres y 2 mujeres en el asesinato, siendo dos de ellos familiares directos de la víctima.
A seis de ellos se les considera partícipes de un delito de homicidio, robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal, mientras que los otros tres arrestados son presuntos responsables de los delitos de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal.