Sánchez habla con el presidente de Argelia para el papel de este país frente a la crisis energética
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hablado con el presidente de Argelia, Abdelmayid Tebune, en el marco de los esfuerzos que el Gobierno viene realizando con vistas a intentar minimizar el impacto que el conflicto en Ucrania está teniendo en el mercado energético.
La llamada, a iniciativa del propio Sánchez, se produjo el domingo por la noche, según informó el propio Tebune en Twitter y ha confirmado ahora Moncloa, que ha precisado que el objetivo no era otro que hablar del "impacto en los mercados energéticos" de la guerra en el marco de la "excelente cooperación estratégica" entre los dos países.
El Gobierno considera que "Argelia podría jugar un papel trascendental para resolver" el problema del suministro energético a que se enfrenta ahora Europa, que depende en gran medida de Rusia en este ámbito y convertirse en "un socio estratégico" para la UE, han precisado fuentes de Moncloa.
Argelia es el principal suministrador de gas a España y ha garantizado que el cierre del gasoducto que pasaba por Marruecos no afectará a la llegada de gas, que se hará ahora solo a través del gasoducto Medgaz.
El Ejecutivo ha asumido un papel muy activo en el debate en torno al mercado de la energía en Europa desde antes del inicio del conflicto en Ucrania pero ahora ha vuelto a insistir en ello dado el impacto que este está teniendo ya en los precios del gas.
El sábado, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ambos coincidieron en la necesidad que tiene la UE de diversificar sus fuentes de energía para no depender tanto de Rusia como lo hace en la actualidad. En este sentido, España ha emergido como un actor clave dada su conexión con Argelia y también su capacidad para regasificar Gas Natural Licuado (GNL).
Así, desde Moncloa ponen en valor que España es el país que más plantes de regasificación tiene, lo cual supone alrededor de un tercio de la capacidad de regasificación y almacenamiento de la UE. El problema que se plantea es cómo hacer llegar ese gas al resto del continente, de ahí que España haya vuelto a poner sobre la mesa el tema de la interconexión con Francia.