Después de más de un año luchando contra la covid-19, una tercera parte de los sanitarios contratados por la Conselleria de Sanitat durante la pandemia están recibiendo la comunicación del cese de sus contratos a través de Whatsapp o SMS. “Esto no es ninguna novedad. Sanidad no te envía ninguna carta y esa es la cruda realidad después del esfuerzo que han realizado en una situación tan dura y complicada como la que hemos vivido”, señala Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana.
En algunos casos, los menos, la notificación les ha llegado directamente de la Conselleria de Sanitat, agradeciéndoles su trabajo y señalando que son unos “héroes”. Sin embargo, la mayoría ha tenido conocimiento de la finalización de su contrato por Whatsapp y SMS remitidos por sus respectivos coordinadores de planta o de servicio, en los que sanidad delega este amargo trago de comunicar la no renovación de la plantilla.
En total, cerca de 3.300 sanitarios, de los 9.300 que entraron como refuerzo frente a la Covid-19 finalizan su contrato el próximo 31 de mayo. Una decisión tomada hace apenas una semana y que afecta principalmente a la medicina hospitalaria, mientras que en Atención Primaria se van a mantener la mayor parte de los contratos al menos hasta final de año. “Nos parece una aberración estos recortes en una situación como la actual. Es cierto, que han bajado los casos, pero sigue haciendo falta personal para vacunar, que salen de los hospitales y los centros de salud diezmando las plantillas”, señala Pedrera.
Desde los sindicatos médicos y de enfermería claman contra esta medida, porque después de meses dedicados prácticamente en su totalidad a la lucha contra la covid-19, las listas de espera se han disparado. “Ahora es el momento de volver a atender a todos esos enfermos crónicos que han paralizado sus tratamientos por la pandemia y retomar la actividad quirúrgica donde hay una gran acumulación de pacientes”, asegura el secretario general del Sindicato Médico.
Una situación que se va a agravar ya que estamos a las puertas del verano, cuando la mayor parte de la plantilla disfruta de sus vacaciones. “En un año normal, cuando llega el verano hay una reducción crónica de las plantillas de un 30%, y durante el resto del año de un 15%. Ahora sería el momento, de que Sanidad revisara la plantilla estructural que realmente hace falta para dar un buen servicio a los ciudadanos”, afirma Pedrera.