Mocejón, un tranquilo pueblo de Toledo, está en shock tras el brutal apuñalamiento de Mateo, un niño de 11 años, mientras jugaba al fútbol con sus amigos en el polideportivo Ángel Tardío. El ataque, ocurrido el domingo por la mañana, fue perpetrado por un encapuchado que asestó varias puñaladas al menor antes de huir del lugar. Mateo, que recibió 11 heridas, entró en parada cardiorrespiratoria y, a pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, no pudo ser reanimado.
Las autoridades lanzaron de inmediato un amplio operativo de búsqueda, conocido como "Operación Jaula", que incluyó la revisión de cámaras de seguridad, la inspección de viviendas y el despliegue de unidades subacuáticas y helicópteros. Finalmente, el lunes por la tarde, un joven de 20 años, vecino de la localidad, fue detenido y confesó el crimen. Se desconocen los motivos del ataque, pero el presunto agresor, según fuentes de la investigación, podría sufrir algún trastorno psicológico.
El pueblo de Mocejón, donde nunca antes había ocurrido un hecho similar, ha quedado profundamente afectado por el suceso. Las autoridades locales han decretado tres días de luto oficial, y la comunidad se reunió el domingo para un emotivo minuto de silencio en honor a Mateo. Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como otras autoridades han expresado su pesar por la tragedia.
La investigación sigue su curso, con el arma homicida aún sin localizar, mientras el juez ha decretado el secreto de sumario. La familia del menor, aún en estado de shock, sospecha que el ataque fue premeditado, dado el conocimiento del agresor sobre el acceso al polideportivo.
