El futuro de la industria de la moda
¿Qué son los NFT?
Las siglas NFT hacen referencia a los Non - Fingible Tokens, activos digitales a los que los usuarios otorgan un valor determinado. Vogue ha inferido perfectamente en su explicación y los ha extrapolado al sector económico explicando que "el oro tiene un valor porque las personas lo consideran valioso". Estos materiales u objetos que no tienen una equivalencia económica o una tasación estable, por lo que es el usuario el que le pone precio, en este caso en dinero.
Pero los NFTs no siempre se traducen a las divisas que conocemos por polares, sino que también pueden traducirse en bienes como obras de arte digitales, postales, mensajes y criptomonedas. Con estas últimas deberíamos tener más cuidado según nos advierte Vogue.es, porque muchos de los NFTs que terminan siendo criptomonedas se ajustan a los estándares de Ethereum y su blockchain por lo que aunque se traduzcan a divisas populares, su valor suele aparecer junto con este cambio.
Las primeras noticias de NFTs en el mundo de la moda llegaban hace unos días anunciados por la cuenta de Instagram Kate Moss Agency, con un pie de foto que decía: "El primer NFT de Kate", indicando su entrada a WITH Foundation y su colaboración con MITNFT, un colectivo de artistas los cuales exploran la idea de lo icónico dentro de los ámbitos publico y privado. Este NFT consiste en un tríptico de piezas individuales tituladas Conduce con Kate, Camina con Kate y Duerme con Kate, constan de tres vídeos que exploran “la idea de los momentos en el tiempo y su propiedad”, con “autenticaciones de voz digital únicas”. Estos vídeos actualmente en subasta, han llegado a más de cinco mil dólares y consta que con la recaudación final se destinará una parte a la fundación Gurls Talk. Sobre los vídeos la modelo ha comentado como para ella el arte siempre ha versado en "el momento", “El tiempo es de lo que nunca hay suficiente y que no espera a nadie, me intriga quién querrá tener un momento mío [...] Espero que este experimento se lleve a cabo", relataba.
Aunque este ha sido uno de los primeros pinitos en el mundo de la moda para los NFTs, no ha sido el único y existen ejemplos como los de la empresa de moda digital The Fabricant, “Los NFT (tokens no fungibles) son activos digitales únicos que existen en la tecnología blockchain”, aclara Michaela Larosse, directora de contenido y estrategia de la empresa. “Son coleccionables y se puede comerciar con ellos, pues se comportan prácticamente como una criptomoneda, pero se presentan en forma de imagen u obra de arte”, continuaba su explicación dejándonos la idea principal de los activos más clara.
The Fabricant comenzaba su trayectoria con los NFTs en 2019, con su primera prenda de alta costura en formato digital y con presencia blockchain: Iridescence. Un vestido largo y fluido que superpuesto a unos pantalones creaba un tono plateado iridiscente, cambiando de tono según la la luz y con un movimiento que simula un acercamiento casi total a la realidad. "Es una obra de arte digital rastreable, comercializable y coleccionable”, comenta la marca. Amber Jae Slooten, director creativo de The Fabricant, comentaba como “nuestros cuerpos se están volviendo fluidos, nuestro dinero se está descentralizando, se están formando nuevos poderes”.
Iridescence se vendía por 9.500$ y su dueña pudo disfrutarlo en un fitting digital, "tuve que imaginar cómo sería usar este vestido. Había un gran elemento de sorpresa que no obtienes con las prendas físicas […] Es como una pantalla verde, tienes que imaginar cómo quedará, porque el vestido se agrega en postproducción”, relataba Mary, la dueña del vestido; esta también comentó como le gustaría utilizar el vestido más frecuentemente o como extra en aplicaciones de edición de vídeo o creación de contenido, “debería ser algo que pueda usar sin cesar, en diferentes situaciones”. “Sería increíble poder llevarlo ahí para expresarte en estas aplicaciones y tener una capa especial y extra que utilizar”, sugería la dueña de Iridescence.
¿Polémica?
A través del artículo de Vogue.es, nos acerca a uno de los ejemplos más visuales de la mimetización de esta práctica con el mundo de la moda, el video juego Animal Crossing. Traspasando la barrera de lo infantil, el videojuego se hacía un hueco en la vida de jóvenes y adultos de todo el mundo y por supuesto sectores como el de la moda jugaron su papel en el juego acercándonos un ejemplo más de NFTs en la vida cotidiana. Muchas firmas de moda comenzaron a raíz de este boom a crear y vender ropa digital para los avatares y así acercar las firmas a un público que en la vida real o no las conoce o no puede permitirse alcanzar, convirtiendo esta práctica en un punto controvertido o de moral quebradiza lo que ahora se podría extrapolar al avance de la industria de los NFTs en la moda. "Los jugadores consiguen elementos que los diferencian de otros, adquiriendo, al final, nuevas vías de expresión de su personalidad en el mundo digital (que puede coincidir, o no, con la presente en el mundo offline)", redacta Vogue.es.
Tal y como comenta Vogue, a modo de conclusión sobre el nacimiento de estos modelos, no son más que identidades digitales con las que "de manera más o menos inconsciente" llevamos conviviendo desde tratamos con redes sociales y que se asegura que no existen ni existirán en mundo físico, haciendo de este cambio algo difícil, pero importante. "La carrera por crear empresas de moda centradas en NFT [...] ya ha comenzado".