Varios expertos de Naciones Unidas han avisado de que Afganistán se enfrenta a un futuro "inmensamente sombrío" en su evaluación sobre el primer año del nuevo gobierno talibán en el país; uno que ha cometido durante los últimos doce meses una "plétora de violaciones de Derechos Humanos", siendo "particularmente atroz la virtual eliminación y la opresión sistemática de mujeres y niñas de la sociedad".
El comunicado, firmado entre otros por el relator especial sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán, Richard Bennett, o el relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Morris Tidball-Binz, transmite la absoluta desconfianza de los expertos en las promesas de los talibán para mejorar la situación de los Derechos Humanos en el país.
"Hay pocos o ningún indicio de que los talibán estén haciendo algo al respecto", lamentan los expertos, que se encuentran cada día con "informaciones sobre ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, detenciones arbitrarias o torturas".
Los matrimonios infantiles y forzados siguen siendo una costumbre en el país donde los talibán han abolido todos los mecanismos de supervisión independientes y las instituciones que protegen los derechos humanos, especialmente la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán.
Los últimos doce meses también se han visto marcados por una persecución a las minorías étnicas y religiosas, amenazadas también por el terrorismo yihadista de Estado Islámico, que los talibán se han visto incapaces de contener. Ninguna fuerza política contraria a los talibán tiene peso alguno en las instituciones públicas. "En ausencia de un gobierno inclusivo y representativo", apuntan, "las perspectivas de paz, reconciliación y estabilidad duraderas seguirán siendo mínimas".
Los expertos no se andan con paños calientes y se declaran "engañados" por las falsas promesas de los talibán, por lo que piden a la comunidad internacional una nueva aproximación: llevar a sus responsables ante la justicia. "Es hora de intensificar los esfuerzos para garantizar la rendición de cuentas por las violaciones del derecho Internacional, de los Derechos Humanos y el derecho Humanitario", apuntan.
Sin embargo, los expertos de la ONU también puntualizan que cualquier medida de presión sobre los talibán deberá tener en cuenta que no repercuta sobre la población, dada la tremenda crisis económica que atraviesa el país.
"Ninguna sanción debe interferir con la acción humanitaria, protegida por el derecho Internacional", han pedido los expertos sobre una crisis que "ya ha causado un daño inconmensurable a millones, sigue sin disminuir y se prevé que empeore en parte debido a la interrupción de la asistencia internacional para el desarrollo y la congelación de los activos afganos en el extranjero", por las sanciones internacionales contra el régimen fundamentalista.