El suceso ocurrió en Carlos Spegazzini, una localidad situada cerca de Buenos Aires, Argentina cuando una joven mujer fingió estar embarazada durante nueve meses junto a su amiga quién estaba realmente embarazada.
La madre del pequeño a quien le robaron el hijo que tenía tan solo diez días de vida, estaba en un comercio y cuando se dio la vuelta el recién nacido ya no estaba. Pensaba que era una broma de sus otros hijos, pero no fue así.
Cuando se dio cuenta de que no era una broma y que de verdad su bebé no estaba entró en pánico, comenzó a gritar y correr en busca de ayuda.
Gracias a que un vecino se fijó en el gorrito de color blanco con lunares verdes que llevaba el bebé pudieron identificarlo y encontrarlo. El vecino dijo que vio al recién nacido en manos de una mujer de unos 40 años a la que se le cayó el gorrito y el hombre se lo devolvió, posteriormente intercambiaron unas palabras y la mujer salió corriendo, lo que levantó sus sospechas.
La madre acudió a comisaría e interpuso una denuncia. Los agentes comenzaron a investigar y encontraron al pequeño en casa del hermano de la sospechosa que había fingido su embarazo.
Las dos mujeres se conocían desde hacía 16 años y la “falsa madre” había planeado raptar al bebé desde hacía mucho tiempo, hasta tal punto de que su suegra le preparó una fiesta de bienvenida para su supuesto hijo.