El Covid-19 dejó numerosas secuelas en la población. Se ha hablado de secuelas físicas como dificultad para volver a respirar con normalidad o mentales como el miedo a volver a salir de casa pero no de algo tan cotidiano como sonreir.
Este es el caso de gran parte de la población japonesa. Al principio de la pandemia la utilización de la mascarilla era obligatoria, algo que algunos agradecieron y otros no tanto. Su desescalada fue progresiva y cuando ya se ha dado la oportunidad de quitarla definitivamente, muchas personas se han visto con el problema de no saber sonreír como antes.
Por ello, en Japón están dando "clases para sonreír" por el módico precio de 7700 yenes la hora, más o menos 51 euros. Se trata de clases individuales y particulares. Solo se necesita un espejo. El objetivo de estas clases es "difundir las virtudes y la técnica de crear una sonrisa perfecta".
Keiko Kawano es una de las profesoras especializadas en esta materia y admite que se han cuadruplicado los alumnos en apenas un año. Una de sus alumnas, Himawari Yoshida, reconoce que: "No había usado mucho mis músculos faciales durante el Covid, así que es un buen ejercicio".