Comienza el juicio de George Floyd: "Lo que se juzga aquí es lo lejos que ha llegado la justicia en este país"
El juicio con más atención mediática de las últimas décadas en estados unidos ya ha comenzado. El acusado es el policía Derek Chauvin, que puede acabar siendo sentenciado a más de 40 años de cárcel por la muerte de George Floyd, hace diez meses en Minneapolis.
Después de estar 8 minutos y 46 segundos con el cuello bajo la rodilla izquierda de Chauvin murió de asfixia, provocando la mayor oleada de violencia racial en Estados Unidos desde el asesinato de Martin Luther King, 42 años antes.
Murieron más de 30 personas en consecuencia de los disturbios y saqueos que provocaron pérdidas de miles de millones de dólares y que desencadenaron una crisis política al entonces presidente Donald Trump.
Comienza el juicio
Toda esta carga racial y política cae ahora sobre el presente juicio. La tesis de la acusación es que Floyd fue asesinado por Chauvin mientras que la defensa se apoya en que la muerte se produjo por las drogas como opiáceos y metanfetamina que el fallecido habría tomado y que son dañinas para el organismo, dado que el policía no hizo nada que fuera contra los procedimientos de las fuerzas del orden de Minneapolis.
Antes de que comenzara el juicio, la familia de Floyd se arrodilló frente al juzgado de Minneapolis durante 8 minutos y 46 segundos, junto a ellos estaban el reverendo Al Sharpton, y el abogado de la acusación particular, Ben Crump, que pocos minutos antes había declarado que "lo que se juzga aquí es lo lejos que ha llegado la libertad y la justicia para todos en este país".
Una testigo directa
Jena Scurry, que es operadora del servicio de emergencias, fue la primera testigo. Ella siguió la detención de Floyd a través de una cámara de vigilancia mientras ocurría y confesó que el uso de la fuerza que se estaba ejerciendo durante el arresto era tan excesivo que llamó a un supervisor. “Puede llamarme soplona si quiere”, dijo muy convencida “todos los agentes se sentaron” sobre Floyd, y no solo Chauvin. Scurry sostuvo que la detención se prolongó tanto rato que llegó a pensar que el vídeo se había congelado. "Mis instintos me decían que algo andaba mal”, afirmó la operadora.
Por problemas técnicos se postergó el juicio y aún queda pendiente el interrogatorio de la defensa del policía.