El jefe de Estrategia de Amenazas Sanitarias Biológicas y Vacunas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), Marco Cavalieri, ha señalado que la aprobación de las vacunas contra la Covid-19 con una composición diferente requiere datos clínicos que demuestren una respuesta inmune superior a la generada por las dosis de refuerzo actualmente disponibles.
Así se ha pronunciado en rueda de prensa este martes al respecto de la elaboración de una vacuna con una composición diferente para hacer frente a Ómicron. "La comunidad científica internacional y los desarrolladores de vacunas están animando a encontrar alternativas, como una vacuna frente a Ómicron monovalente actualizada", ha recordado.
"Desde el punto de vista de los reguladores, las empresas deberían explorar la viabilidad de desarrollar vacunas bivalentes o multivalentes para las variantes, con el fin de determinar si ofrecen ventajas sobre las vacunas monovalentes en términos de capacidad de neutralización de otras variantes de interés", sostiene Cavalieri.
Así las cosas, ha insistido en la necesidad de una estrategia a largo plazo sobre los tipos de vacunas necesarias para gestionar la Covid-19. "Este es un debate global en curso en la encrucijada de la ciencia y las políticas públicas y necesita la colaboración entre los responsables de la salud pública en todos los niveles", ha destacado.
"Considerar no solo una vacuna monovalente, sino quizás también una vacuna bivalente o una multivalente ayuda a tener un 'portfolio' para tomar una decisión sobre qué vacunas poner en el mercado. Es muy importante que manejemos diferentes opciones, y tampoco podemos excluir que una vacuna solo destinada a Ómicron pueda tener una buena cobertura para todas las demás variantes", ha apuntado.
DUDAS SOBRE LAS DOSIS DE REFUERZO CONTINUADAS
En cuanto a las dosis adicionales, al igual que la pasada semana, Cavalieri ha insistido en que la administración repetida de refuerzos con intervalos muy cortos podría reducir el nivel de anticuerpos que se puede producir en cada administración.
"Esto ocurre porque nuestro sistema inmune necesita un tiempo para madurar la respuesta a los antígenos, por lo que esta repetición continua haría la vacunación un poco menos eficiente cada vez", ha afirmado Cavalieri, para añadir que esto también sería un desafío para los gobiernos y, además, causaría una "fatiga social" entre los ciudadanos.
Por otro lado, ha indicado que, en el futuro, si resulta que es preciso volver a vacunar, "las vacunas podrían ofrecerse a la llegada de la temporada de resfriados, como se hace con la gripe". De esta forma, ha continuado, "se aumentaría la respuesta de anticuerpos cuando más se necesita".
Con todo, recuerda que este hecho "no tiene nada que ver con una cuarta dosis". "La EMA aún no ha visto datos sobre la cuarta dosis. Actualmente, no hay evidencia de la necesidad de una cuarta dosis en la población general con las actuales vacunas", ha insistido, si bien ha recordado que, en personas con el sistema inmunitario muy debilitado y que han recibido tres dosis de vacunación primaria, "sería razonable que las autoridades de salud pública consideraran la administración de una cuarta dosis".