Los sucesos que ocurrieron durante la vida de Bernie Madoff son dignos de aparecer en películas. De hecho, su particular historia ya fue llevada al cine en 2017 bajo el nombre 'The Wizard of Lies' (El Mago de las Mentiras), interpretado por el gran Robert de Niro, narra las desventuras del que probablemente haya sido el mayor estafador de toda la historia. Si el retrato de Madoff apareciera en los carteles de se busca típicos del salvaje Oeste, su recompensa ascendería a 65.000 millones de dólares, nada más y nada menos, la cifra de dinero que estafó mediante sus fondos de inversión fraudulentos.
Bernard Lawrence Madoff (Nueva York, 1938) se ganó un nombre en los despachos de Wall Street ofreciendo rentabilidad económica durante décadas a todo aquel que depositase su confianza en sus compañías Bernard Madoxx Investment Securities LLC e Investment Advisory, donde se fraguaba todo el fraude. En apariencia, sus operaciones parecían completamente legítimas; ofrecía servicios de gestión financiera que año tras año obtenían 10% de rentabilidad desde su oficina en un rascacielos del Midtown de Manhattan.
Sin embargo, la junta de Madoff no contaba con un factor externo muy inoportuno: la grave crisis económica que sacudió el mundo en 2008 descubrió la estafa piramidal que Madoff y su equipo llevaban desarrollando desde los años ochenta. La rentabilidad de los inversores no se debía a una creación real de riqueza, sino que pagaba a sus clientes con el dinero que depositaban los recién llegados, basando su negocio en una suerte de bola de nieve que no paraba de crecer y crecer. La necesidad de los inversores de retirar sus depósitos en busca de liquidez a causa de la crisis de las hipotecas 'subprime' dejó a Madoff al descubierto.
Tras ello, reunió a sus socios (su hermano y sus dos hijos) y confesó que el negocio que habían regentado durante décadas era una patraña. Uno de sus hijos se suicidó en el segundo aniversario de la fecha en la que se destapó el escándalo. El otro, falleció posteriormente a causa de un cáncer que, según él, estuvo provocado por la ansiedad surgida del escándalo de su padre.
Madoff fue condenado en 2009 a una pena de 150 años por organizar una estafa piramidal Ponzi y ha fallecido esta semana a los 82 años en una prisión federal de Carolina del Norte, dejando en la cárcel muestras de su talento como estafador. En 2017, organizó un monopolio casero acaparando todas las chocolatinas de una máquina expendedora para después venderlas a sobreprecio.
Entre las personas a las que estafó se encuentran miles de ahorradores modestos, otros más acomodados, fondos de pensiones, y célebres figuras como Kevin Bacon, Steven Spielberg o John Malkovich. También depositó su huella en España, donde entidades como La Caixa o el Banco Santander, en mayor medida, vieron peligrar sus arcas por culpa del bróker neoyorquino.