sábado. 23.11.2024

Hacía mucho tiempo que la corrosión había dejado los circuitos inutilizables, pero Linda los conservaba por cuestiones sentimentales. Pasaron los años y como todas las madres, la suya falleció en 2020.

Entra Lars Robins, un electricista que vino a arreglar algo en la casa de Linda. Mientras trabajaba se topó con el libro Frosty the Snowman.

"Me sorprendió mucho porque no pensé que iba a funcionar", dijo Swartz a las noticias de la WCIA. “Por un segundo pareció que no iba a suceder, pero así fue. No podría estar más feliz.

Robins dice que su pasión por preservar cosas viejas comenzó cuando trabajó como maestro antes de trabajar como electricista. Los maestros crean y observan constantemente a sus hijos crear cosas sentimentales y comprenden cuánto pueden significar los libros y juguetes antiguos incluso para los adultos.

"Ayudar a las personas es el corazón de lo que hacemos, por lo que, al poder ayudar a alguien de esa manera específica, esas oportunidades no se presentan con demasiada frecuencia, pero cuando lo hacen, uno se lanza a aprovecharlas", agregó Robins. Linda lo anotó como una bendición navideña.

Una familia vuelve a escuchar la voz de un fallecido gracias a un electricista