El Parlamento francés ha aprobado este domingo el nuevo pasaporte Covid que endurece las restricciones sociales a las personas que renuncian a vacunarse tales como la entrada a eventos culturales, restauración o viajes.
La Asamblea Nacional ha aprobado definitivamente el proyecto de ley que lo regula con 215 votos a favor, 58 en contra y 7 abstenciones que sustituye al texto por el que se regía el anterior pasaporte sanitario (vacunas o test negativo) por uno basado exclusivamente en la vacunación con tres dosis o dos más certificado de curación de covid.
La Asamblea Nacional termina así un intenso trámite parlamentario con el Senado, que fue enrarecido por la tormenta política que generó el presidente Emmanuel Macron cuando dijo que quería "fastidiar" o "joder" (enmender) a los no vacunados.
Para obtener el pasaporte covid en Francia es necesario la pauta completa, incluida la tercera dosis. Ya no existirá la alternativa de presentar un test negativo. Su puesta en marcha coincide además con un endurecimiento de la legislación contra las falsificaciones. Y es que el uso de un pase falso estará penado con tres años de prisión y multas de hasta 45.000 euros.
Hasta ahora, el pasaporte sanitario preveía que, además de la vacunación, se podía acceder a esos servicios con un test negativo reciente, pero esa opción queda ahora eliminada.
También aumentan las sanciones a quienes sean sorprendidos con un pasaporte de vacunas falso, que podrán ser condenados a un máximo de cinco años de cárcel y 75.000 euros de multa para quienes tengan varios documentos falsificados.