A casi un mes de la muerte de Liam Payne en Buenos Aires, la Fiscalía Pública argentina ha revelado detalles que podrían cambiar el rumbo de la investigación. El exmiembro de One Direction murió el pasado 16 de octubre tras caer desde el balcón de su habitación en un hotel de Palermo, sufriendo hemorragias internas y externas que le causaron la muerte. Aunque inicialmente se barajó la posibilidad de un suicidio, las autoridades han descartado esta hipótesis, señalando que Payne se encontraba en un estado alterado por el consumo de sustancias.
Según el comunicado de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, "Liam Payne no estaba plenamente consciente o experimentaba una notable disminución de conciencia en el momento de la caída". En este contexto, se imputaron a tres personas por delitos relacionados con abandono de persona seguido de muerte y suministro de estupefacientes, incluidos un acompañante del artista y un empleado del hotel, ambos presuntamente involucrados en el suministro de sustancias al músico.
Uno de los acusados, un camarero, declaró a Telefe Noticias haber pasado la noche con Payne consumiendo drogas, pero negó haberle suministrado él las sustancias. "Pasamos la noche juntos, tomamos drogas y ocurrió algo íntimo. No fue agresivo, se portó muy bien conmigo", afirmó el empleado, quien asegura conservar mensajes que prueban sus encuentros.
Además, se investiga la desaparición de un Rolex que Payne llevaba horas antes de su muerte. La Policía registró la habitación del hotel, sin encontrar el costoso reloj, lo que ha suscitado sospechas de robo.
