Liz Truss dimite como primera ministra de Reino Unido tras 45 días al cargo
El cisma conservador llega a su fin tras un bochornoso espectáculo a nivel mediático, dejando a los conservadores al borde del precipicio
Liz Truss ya es historia del Reino Unido, pero no precisamente para bien, tras dimitir de su cargo como primera ministra, cubriendo el puesto de Boris Johnson, tras tan solo 45 días desde su toma del poder. La conservadora se ha convertido en la jefa de gobierno más efímera de la historia de Reino Unido. Su ejecutivo finaliza tras unos días llenos de reproches, acusaciones y una profunda división interna que amenaza con hundir a los 'toris' en las próximas elecciones.
La jefa del Gobierno británico llevaba en la diana toda la mañana del jueves, con más de una decena de diputados conservadores pidiendo la salida de Truss, la cual finalmente se ha llevado a cabo. Y es que el detonante definitivo fue la bronca monumental del pasado miércoles en el Parlamento, donde algunos diputados llegaron a denunciar insultos e intimidaciones físicas hacia su persona, para que no rompieran la disciplina de voto en una votación sobre el 'fracking'.
La rebelión interna del poder contra los conservadores estaba acrecentándose con el paso de las horas, presionando sobre todo a los altos mandos tories para la salida y dimisión de la Primera Ministra Truss. Ella, consciente de que sus movimientos iban cayendo en picado, ha aceptado la realidad y ha dimitido de su cargo, ya que no podrá llevar a cabo las reformas que requiere Reino Unido en esta época de su historia.
Ante la renuncia de Truss, se ha generado el caos por saber ¿Qué será lo siguiente? ¿Convocar elecciones o nombrar un sustituto? La oposición exige la primera alternativa y también por una parte de la bancada tory, temerosa de que los dos años sobrantes de legislatura no sirvan para apaciguar los ánimos y el caos termine por ser más grande de lo que ya está siendo.
Truss, una vez ha confirmado su dimisión, ha garantizado que permanecerá como primera ministra hasta que se sepa qué ocurrirá en Reino Unido. No obstante, asegura que no va a liderar a los conservadores, una decisión que, según ha anunciado, ya ha comunicado al rey Carlos III: "No puedo continuar el mandato que me fue encomendado por el partido", ha dicho en una breve comparecencia.