Drayke Hardman, de tan solo 12 años, se quitó la vida el pasado 10 de febrero después de haber sido acosado de forma constante por un compañero de su clase desde hacía ya un año. Su madre tras la gran perdida quiso hacer público un importante mensaje en las redes para concienciar sobre los hechos sucedidos.
Desde que el pequeño Drayke se quitó la vida el pasado jueves en Utah, Estados Unidos, sus padres han intentado difundir el caso para concienciar sobre la realidad del acoso escolar. El pequeño sufría acosos físico y verbal, pero siempre se lo había ocultado a sus padres.
"Este es el resultado del acoso escolar, mi precioso hijo estaba librando una batalla en la que ni siquiera yo podría salvarle", ha escrito su madre, Samie Hardman, en su perfil de Instagram. "Es real, silencioso y no hay absolutamente nada que pueda hacer como padre para quitar este profundo dolor".
La madre destaca que su hijo conocía el amor, para sus padres y sus dos hermana mayores él era todo su mundo, "Conocer a Drayke era amarlo".
La ONG Bullying sin Fronteras explica que "el acoso escolar o bullying se cobra alrededor de 200.000 suicidios al año entre jóvenes de entre 14 y 28 años". Dentro de la Unión Europea hasta 24 millones de niños y jóvenes al año son víctimas de acoso y maltrato.
En este sentido, Reino Unido es el país más afectado, seguido por Rusia, Irlanda, España e Italia.
Por otro lado, el ciberbullying también constituye "un problema cada vez más grave porque al acoso en la escuela se suma uno aún peor que abarca las 24 horas a través de WhatsApp, Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat y otros".
Un tipo de "tortura cotidiana" que cuesta la vida a jóvenes de todo el mundo.