Un menor italiano confronta a sus padres negacionistas: "Busca ayuda legal para que le permitan vacunarse"
Los padres del adolescente han sido siempre antivacunas, nunca han inmunizado a su hijo frente a ninguna enfermedad, y esta vez también están convencidos de que la vacuna contra el Covid no es necesaria. El joven ha dejado la mediación del asunto en manos de un grupo de abogados de Toscana, aunque ir a los tribunales sigue siendo una opción.
El adolescente de 17 años, de Toscana, ha declarado que aunque sus padres sean negacionistas y estén en contra de todo tipo de vacunas, la del COVID-19 en concreto es muy necesaria para la vida de ahora en adelante. Tiene miedo de no poder volver a ver a su novia, viajar o ir al cine como consecuencia de esta decisión de sus progenitores.
En el enfrentamiento con sus padres con razón de esta prohibición, el joven ha optado por delegar la mediación a una asociación de abogados. Aún así, de no conseguir su cometido, asegura que acudirá a los tribunales para lograr así tomar su propia decisión al respecto de la inmunización. Afirma que está dispuesto a saltarse la voluntad familiar y, si es necesario, hasta recurrir al presidente de la república.
Una asociación de abogados matrimonialistas de Toscana está intentando intervenir para lograr una negociación pacífica, ya que el adolescente, de 17 años, no tiene la edad suficiente para hacerse cargo de forma directa de sus derechos ante la ley. Si dicha negociación no resulta fructífera, la disputa podría acabar resolviéndose en los tribunales.
Este caso ha hecho que muchos otros similares salgan a la luz. En la misma Toscana han pedido el mismo tipo de ayuda varios jóvenes, algunos de padres divorciados o separados. El movimiento en contra de las vacunas cada vez gana más fuerza en Italia, para preocupación de los médicos. Éstos han ido viendo a lo largo de los últimos años cómo la tasa de inmunizados contra enfermedades como el sarampión ha ido bajando.
Para contrarrestar esta tendencia la Justicia italiana ha establecido la obligatoriedad de 10 vacunas, lo que surtió efecto en sólamente un año de haberse implantado la medida. De todas formas, la inmunización contra el COVID-19 es únicamente obligatoria en Italia para el personal sanitario.