En este último mes han desaparecido ocho jóvenes en la zona metropolitana de Monterrey. Las chicas de edades comprendidas entre los 12 y los 26 años aún no han regresado a casa. La más pequeña se llama Allison Campos y tiene tan solo 12 años, mientras que la más mayor, Yolanda Martínez, tiene 26 años.
La sociedad mexicana vive aterrada ante esta situación que lleva acechando el país año tras año. Y es que en los últimos 50 años según el Registro Nacional de Búsqueda han desaparecido 1.793 mujeres en Nuevo León. Y en lo que va de año ya son 55 mujeres que todavía no han podido ser localizadas.
Angélica Orozco, integrante de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (FUNDENL), que es la principal organización estatal de búsqueda de desaparecidos, afirma que “estamos ante una tragedia humanitaria”. Y es que, según datos oficiales, en México cada día desaparecen siete mujeres y 11 son asesinadas.
Debanhi Susana Escobar Zabadúa, de 18 años desapareció en la madrugada del 8 al 9 de abril en Nuevo León. Su familia, vecinos y voluntarios que participan en la búsqueda llegaron a Lumbreras de Tlaxcala que se encuentra aproximadamente a unos 45 minutos del lugar donde se vio a la joven por última vez.
La desaparición de Debanhi ocurrió el mismo día en el que hallaron el cuerpo sin vida de María Fernanda Contreras, que fue víctima de un feminicidio. El padre, Mario Escobar lamentó “no puedo estar en mi casa si no está mi hija”.
Hoy se cumplen 11 días de su desaparición y sus padres aún no tienen ninguna noticia de su hija, únicamente una fotografía que realizó un conductor en el kilómetro 15 de la carretera a Nuevo Laredo. Conocida como la carretera de la muerte que está controlada por el crimen organizado y donde el último año desaparecieron 100 personas
Estas jóvenes no son las únicas desaparecidas, Celeste Tranquilino, de tan solo 16 años también desapareció el 31 de marzo cuando volvía de la escuela.
Las familias de estas ocho jóvenes denuncian el poco amparo de la ley y las deficiencias en las investigaciones por parte de la policía. Además del poco apoyo que han recibido para buscar a sus hijas.
Otra de las jóvenes se llama Yolanda Martínez Cadena, de 26 años que trabaja en una tienda de cosméticos, desapareció hace ya 10 días y sus amigos que se organizaron para crear grupos de difusión aún no tienen ninguna noticia sobre ella.
Sofía Izaely Sánchez, de 14 años desapareció el 11 de abril en Apodaca en el mismo lugar que desapareció la joven de 16 años, Paulina Solía. Junto a Allison Campos, de 12 años, Jaqueline del Río, de 15 años, y Karen Yedid Valencia, de 24 años a las que todavía no han localizado.
La organización FUNDENL, afirma que se trata de una ola de desapariciones como ya pasó en agosto del pasado año donde desaparecieron 11 jóvenes en la zona de Sabinas Hidalgo. “Hay una cosa clara: en Nuevo León se desaparece porque se dan todas las condiciones para que eso pueda suceder. Cualquiera puede ser desaparecido”, explica Angélica Orozco de FUNDENL.
En este sentido, el secretario de Seguridad, Aldo Fasci, niega que exista una red de trata dedicada al secuestro de mujeres y señala que “eso no está pasando en Nuevo León. La mayoría de los casos son desapariciones por el simple hecho de que no se reportan con sus papás” lo que provocó el enfado y la indignación de los familiares y de los colectivos feministas.
