El Papa celebrará su primera misa pública este domingo tras haber sido operado
El Papa oficiará su primera misa pública este domingo, 25 de julio, 11 días después de recibir el alta hospitalaria tras la operación de colon.
Francisco salió el pasado día 14 de julio del hospital Policlinico Gemelli de Roma donde estuvo ingresado diez días debido a una diverticulitis grave en el colon. Su primera aparición pública fue durante el ángelus que rezó desde el balcón del piso décimo del hospital romano todavía convaleciente. El siguiente domingo también presidió el rezo mariano, esa vez asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico del Vaticano, una cita que continuará durante todo el mes de julio.
La intervención quirúrgica por un problema en el colon debido a una diverticulitis grave estaba programada desde hacía tiempo, según confirmó el Vaticano, y coincidió con el mes en el que el Papa suele reducir su agenda de citas públicas.
Por ejemplo, Francisco ha suspendido las audiencias de los miércoles y tampoco recibe a jefes de Estado o de Gobierno en el Vaticano o a grupos eclesiales o sociales, si bien continuará con ciertas actividades laborales como la lectura y la revisión de textos con un ritmo más pausado como ha hecho todos los veranos anteriores desde que fue elegido pontífice.
Desde que fue elegido pontífice, Francisco ha renunciado a pasar los meses de julio y agosto en la imponente villa pontificia de Castel Gandolfo, un palacio fortificado del siglo XVII, a orillas del Lago Albano. Permanecerá todo el verano en la habitación 201 del segundo piso de Casa Santa Marta, donde reside habitualmente.
A sus 84 años, Jorge Mario Bergoglio conserva algunas de las costumbres de cuando era cardenal en Buenos Aires y no hará las maletas para irse a descansar --como sí hacían sus predecesores-- sino que sólo reducirá la carga de su agenda.
De hecho, el complejo estivo pontificio -situado a unos 40 kilómetros de la capital italiana- fue trasformado en un museo para los turistas, aunque sólo están abiertas al público unas cuantas salas que albergan vitrinas con los ornamentos litúrgicos pertenecientes a anteriores pontífices, así como sus retratos.