Lorne Benussi y su padre fueron a trabajar como cada día a las aguas de la ciudad costera de QueensIand en Australia. Todo iba normal hasta que escucharon unos gritos de auxilio que procedían de la mar, y fue entonces cuando vieron a la pareja.
El pescador declaró: "Los vimos pasar junto al bote, nos acercamos y los arrastramos hasta la cubierta. Los pobres no tenían energía, estaban completamente exhaustos, ni si quiera podían sentarse”.
Los pescadores les ofrecieron comida y agua, pues habían pasado tres días sin comer nada y estaban hambrientos. Tras estar tantos días sin llevarse ningún alimento a la boca, el hombre no podía comer, pues su cuerpo no lo aceptaba y no paraba de vomitar.
Ambos presentaban un cuadro de deshidratación severo debido a que habían estado ingiriendo agua salada.
Tres días perdidos
La pareja se había asentado en el campamento de North West, pero antes de que anocheciera decidieron ir a remar un rato. Poco después, el tiempo comenzó a ser inestable y fueron arrastrados por el mar, las olas les arrebataron los remos de las manos, quedando a la deriva.
Ambos se encuentran hospitalizados, pero estables.