Los dos pilotos de Ethiopian Airlines, la aerolínea más grande de África, estaban a los mandos de un Boeing 737 y cubrían la ruta entre Jartum (Kenia) y Addis Abeba (Etiopía). Los dos pilotos se quedaron dormidos al activar el piloto automático, pasándose el destino. Solo despertaron cuando el piloto automático se desactivó y empezaron a sonar las alarmas de la aeronave.
Debían iniciar el descenso cuando estaban a 37.000 pies del aeropuerto internacional de la capital de Etiopía y no lo hicieron. Desde la torre de control trataron varias veces de contactar con la aeronave pero nadie respondió. Los pilotos solo despertaron cuando las alarmas del avión empezaron a sonar, según informa Infobae.
En ese momento los pilotos retomaron el control de la aeronave, que hacía el trayecto entre Jartum (Kenia) y Addis Abeba (Etiopía). Tardaron media hora en hacer nuevas maniobras para poder aterrizar en su destino.
Los pilotos habían configurado el avión para que llegase a su destino sin efectuar el descenso. De hacer programado también el aterrizaje, el viaje habría terminado en una gran tragedia debido a su siesta.
