Loren Ennis y su mejor amigo Ben Erskine descubrieron que otras personas habían sido enterradas junto a ellos y ambos pudieron salvar una vida, después de casi perder la suya.
En la estación de esquí de Palisades, a principios de enero, Ennis y Erskine se sorprendieron al descubrir que el telesilla de la pista KT-22 estaba abierto y en funcionamiento. Aunque el viento y la nieve aumentaron el riesgo de avalancha, los dos pensaron que era lo suficientemente seguro esa mañana ya que el ascensor estaba operativo.
Sin embargo, cuando llegaron a la cima de la pista KT-22, las condiciones habían empeorado hasta casi quedar sin luz blanca, y no pasó mucho tiempo antes de que se dieran cuenta, por las llamadas de los otros esquiadores en los remontes, de que Madre La naturaleza tronaba hacia ellos.
Durante un tiempo pudieron utilizar sus habilidades para viajar con la avalancha antes de ser tragados.
“Era como un tobogán de agua encerrado. Fue la cosa más surrealista y loca que jamás haya existido. No podías mover nada en la parte inferior de tu cuerpo. Era como una manta pesada de un millón de libras”, dijo Ennis a CBS.
Contra todo pronóstico, la pareja se detuvo cerca el uno del otro, así como en una posición que les permitió salir por sí mismos. Una vez que sus cabezas estuvieron por encima de la nieve, se dieron cuenta de que dos esquiadores estaban enterrados a pocos metros de ellos y que tenían que ser los primeros en responder.
Janet He, una esquiadora de unos 40 años, no pudo aprovechar sus fuerzas para salir y, en tal situación, la muerte por asfixia puede llegar en cuestión de minutos. Pero Ennis llegó antes y la desenterró con palabras tranquilizadoras que admitió que ella recordaría por el resto de su vida. Erskine también sacó a un hombre.
La montaña da y la montaña quita, y aunque un hombre murió en esa avalancha, y los dos amigos sólo habían sobrevivido milagrosamente a una experiencia cercana a la muerte, ya estaban preparados para regresar para ser destruidos cuando CBS informó sobre las noticias. Janet estaba en las pistas a la mañana siguiente.
