El informe de 2021 ‘Frentes de deforestación; causas y respuestas en un mundo cambiante’ analizó 24 lugares con una “concentración significativa de puntos críticos de desforestación y donde grandes áreas de bosque remanente están amenazadas”. En él, determinaron que en los últimos 13 años se habían eliminado más de 43 millones de hectáreas de arboledas.
Los 'pulmones' del mundo están siendo talados, algunos ingenieros han estado ideando sistemas que proporcionan oxígeno artificialmente. Estos estudios 'recrean' la fotosíntesis gracias a la tecnología y, aunque muchos proyectos están pensados para usarlos para viajar al espacio, podría ser una alternativa a los bosques. Con estas propuestas, sería más sencillo aumentar el tiempo que los astronautas permanecen fuera de la atmósfera terrestre de forma segura.
El campo de investigación de la fotosíntesis artificial busca imitar la fotosíntesis natural de las plantas con la intención de convertir el CO₂ y el agua en carbohidratos o en oxígeno, empleando luz solar. Existen varios estudios hechos al respecto de los que vamos a hablar en este artículo.
Un ejemplo es la investigación de unos científicos del Laboratorio Nacional Lawrance Berkeley del Departamento de Energía de EEUU y la Universidad de California de Berkeley que crearon un sistema híbrido de nanocables semiconductores y bacterias que realizaban un proceso similar al de la fotosíntesis natural.
"Nuestro sistema tiene el potencial de cambiar fundamentalmente la industria química y petrolera, ya que podemos producir productos químicos y combustibles de forma totalmente renovable, en lugar de extraerlos de las profundidades de la Tierra", explicó en 2015 Peidong Yang, químico de la División de Ciencias de los Materiales de Berkeley Lab.
En 2021, Estados Unidos se convirtió en el primer país del mundo en producir oxígeno respirable en otro planeta, concretamente en nuestro vecino Marte. Dentro de su rover Perseverance, la NASA introdujo un aparato, Moxie, para probar si era posible producir combustible y aire respirable con los elementos disponibles en el planeta rojo.
La atmósfera marciana está compuesta en un 96% por dióxido de carbono, por lo que un ser humano no podría pisar el planeta sin la protección adecuada. Sin embargo, Moxie, que pesa 17 kilogramos, demostró ser capaz de absorber el CO₂ y romperlo en su interior gracias al proceso de electrólisis.
Al alcanzar unos 800 grados en dicho proceso, Moxie consiguió producir moléculas de O2 puro y como desecho principal monóxido de carbono.