El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha afirmado que su país está dispuesto a cumplir con los contratos de suministro de energía a Occidente siempre y cuando no haya "decisiones políticas" que contradigan los compromisos firmados.
El mandatario ruso ha defendido la necesidad de que todas las partes cumplan las "obligaciones contractuales", pero ha dejado abierta la puerta a la posibilidad de que Moscú cierre el grifo del gas, el petróleo o el carbón si considera que las otras partes no respetan lo acordado.
"No enviaremos nada si contradice nuestros intereses", ha dicho durante un foro económico en la localidad de Vladivostok, en pleno debate sobre la imposición de precios tope para el suministro de combustibles fósiles.
Este mismo miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, abogó por aplicar precio un máximo para el gas dentro de la UE, mientras que la semana pasada el G7 puso sobre la mesa un acuerdo para hacer lo propio con el petróleo.
Para Putin, este tipo de medidas son "completamente estúpidas", según informa la agencia de noticias TASS. "Si alguien intenta aplicarlo, no acarreará nada bueno para quienes tomen la decisión", ha advertido el presidente ruso.