Qué es el MidCat y por qué es una oportunidad histórica para España

Muelle del operador del oleoducto de crudo Nord West Oelleitung

La Unión Europea quiere dejar de depender energéticamente de Rusia. España y Portugal son ahora una isla energética pero, si mejoran las interconexiones con el resto de Europa, que pueden convertirse en decisivas para que Europa gane independencia y se enfrente a Putin. 

El Midcat es la pieza clave para hacer frente a esta situación, un gasoducto diseñado para reconducir el gas que se acumula en España, procedente de Argelia. Este gasoducto fue paralizado en 2019 por lo costoso del proyecto en un momento en el que el gas ruso era barato y accesible. 

Pero debido a la guerra de Ucrania y los problemas de abastecimiento que acechan prácticamente a toda Europa y el mundo han vuelto a poner el Midcat sobre la mesa. 

La compañía Enagás ha propuesto una ruta similar para proveer el gas hasta Francia, que servirá también para transportar hidrógeno renovable. Por su parte, el Gobierno de España pide que el proyecto sea financiado con dinero europeo, y debe contar con el apoyo de Francia, para que de continuación al transporte del gas hacia el resto de países europeos. 

España ha encontrado en este proyecto una gran oportunidad, y es que es el país con más capacidad de almacenamiento de gas y más capacidad de regasificación (el gas llega en barcos en estado líquido y en las plantas se gasifica) que cuenta con un 35% de la capacidad de almacenamiento de gas de la UE. 

El proyecto de gasoducto de España con Francia que atraviesa la cadena montañosa por Cataluña, se ha convertido en una gran oportunidad para España y Andalucía, ya que por Cádiz y Almería entran los dos gasoductos que traen combustible desde Argelia. 

Alemania por su parte comienza a confiar en el proyecto, Francia lo aceptará y España está en disposición de proseguir con los pocos más de 200 kilómetros de tubería que le faltan. 

Andalucía, cuenta con plantas de regasificación, lo que permite importar Gas Natural licuado en buques metanos para la posterior distribución. 

El proyecto que se planteó en 2015 tenía un presupuesto de alrededor de 370 millones de euros pero se paralizó en 2019. En marzo, Emmanuel Macron no quiso seguir avanzando pero por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirma que esta es la solución frente al desabastecimiento y el aumento de precio de Rusia. 

"Seguiremos apoyando y animando a las autoridades españolas y francesas a acelerar la ejecución de los tres proyectos existentes de interés común, con el objetivo de aumentar la capacidad de interconexión entre la península ibérica y Francia", comentó a la agencia Efe un portavoz del Ejecutivo comunitario ya que España quiere que el proyecto esté financiado por la UE.