La policía de Miami-Dade respondió a una llamada de emergencia bajo un puente donde se hundía un coche con un niño dentro. Los primeros agentes que llegaron al lugar pidieron refuerzos, porque a pesar de los heroicos esfuerzos de los buenos samaritanos y del conductor, nadie podía sacar al niño, atado a su asiento, del coche. En las impactantes imágenes del cadáver difundidas por el departamento se ve al agente Walton intentando varios rescates infructuosos bajo el agua.
"No podía ver a través del agua, así que tuve que volver a subir un par de veces", declaró Walton a Fox news, añadiendo que su instinto de padre le impulsó a seguir adelante sin pensar.
Utilizó el sentido del tacto para localizar el asiento del coche en el interior. Tirando con todas sus fuerzas y sin saber cómo estaba sujeto el asiento, éste se soltó y pudo sacar al niño del agua.
Walton pasó el niño a un colega que le practicó la reanimación cardiopulmonar, y el niño empezó a respirar de nuevo, como demostró el llanto inmediato. "Cuando el niño empezó a llorar, yo también me puse a llorar, porque era el mejor llanto que había oído en mi vida", declaró el agente Walton.