Rusia encabeza la lista de países más sancionados en el mundo, con la reciente aprobación del decimotercer paquete por parte de la Unión Europea, sumando cerca de 17,000 sanciones entre individuos, entidades públicas y empresas. La mayoría de estas sanciones se han impuesto en los dos años transcurridos desde el inicio de la invasión de Ucrania.
Sin embargo, a pesar de las sanciones, el régimen de Putin continúa encontrando formas de mantenerse a flote. Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Política y Estudios Europeos en la Universidad Complutense de Madrid, destaca en una entrevista con Antena 3 Noticias que "el impacto económico de las sanciones ha sido muy variado. En 2023, se estima que la economía rusa creció un 3.5%", tres puntos por encima del crecimiento económico de la Unión Europea en el mismo período. Esto contrasta con la caída del 30% en la economía de Ucrania el año pasado.
A pesar de la inflación generada por la guerra, Rusia ha logrado moderarla aumentando los tipos de interés, que actualmente se sitúan en un 16% según el Banco de Rusia. La tasa de desempleo también se mantiene muy baja, en un 3%. Sin embargo, la guerra ha provocado escasez de mano de obra, con cientos de miles de hombres en edad laboral reclutados y otros huyendo del país para evitar el servicio militar.
Las sanciones tampoco han logrado incitar a los oligarcas rusos a rebelarse contra Putin. Según Ferrero, "los opositores a Putin están exiliados, encarcelados o muertos". Ante las restricciones occidentales al petróleo ruso, China ha surgido como un mercado alternativo. Rusia ha superado a Arabia Saudita como principal proveedor de petróleo de China. Además, la ruta ártica ha experimentado un aumento del 1000% en su tráfico en 2023, permitiendo a los petroleros viajes más cortos hacia China. Otra alternativa es la flota rusa de "petroleros fantasma". La India también está comprando más petróleo ruso, que luego refina y vende como diesel a Europa y Estados Unidos.
A pesar de los logros, algunos en Rusia ya están sintiendo los efectos de las sanciones y advierten que, si continúan, podrían afectar los ingresos y empobrecer a la población. Natalia Zubarevich, profesora de Economía en la Universidad de Moscú, afirma que "si esto continúa, los ingresos disminuirán y la gente se empobrecerá". Por su parte, Nikolay Rybakov, un empresario residente en Rusia, sostiene que "hay sectores enteros que ya están sintiendo el impacto de las sanciones, como la industria cinematográfica y el sector automotriz". Sin embargo, la industria armamentística está en auge, con un gasto en Defensa que representa aproximadamente el 6% del PIB, el nivel más alto desde la caída de la URSS.