domingo. 24.11.2024

La Pontificia Academia para la Vida del Vaticano ha censurado la decisión de Francia de inscribir explícitamente en su Constitución el derecho al aborto, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo, al señalar que no "puede existir el derecho a quitar la vida".

"En la era de los derechos humanos universales, no puede existir el derecho a quitar la vida humana", ha señalado el organismo instituido en 1988 por Juan Pablo II en un comunicado de apoyo a la posición de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF).

La CEF señaló el pasado 29 de febrero que "el aborto, que sigue siendo en su origen un atentado contra la vida, no puede contemplarse únicamente desde el ángulo de los derechos de la mujer". Asimismo, los obispos franceses lamentaron que el debate que se ha abierto en Francia "no haya abordado los mecanismos de apoyo de que disponen quienes desean conservar a su hijo".

Por su parte, la Pontificia Academia para la Vida ha hecho un llamamiento a todos los líderes políticos y tradiciones religiosas para que hagan todo lo posible para que, "en esta fase de la historia, la protección de la vida se convierta en una prioridad absoluta, con medidas concretas en favor de la paz y la justicia social, con medidas eficaces para el acceso universal a los recursos, a la educación y a la salud".

"Las situaciones particulares de la vida y los contextos difíciles y dramáticos de nuestro tiempo deben abordarse sobre la base de un derecho que tenga como objetivo, ante todo, la protección de los más débiles y vulnerables", han asegurado desde el departamento del Vaticano que estudia los principales problemas de biomedicina y derecho, relativos a la promoción y a la defensa de la vida desde una perspectiva católica.

Para el organismo que preside el arzobispo italiano, Vincenzo Paglia, la "protección de la vida" es el objetivo primordial de la humanidad y sólo puede desarrollarse "en un mundo libre de conflictos, donde la ciencia, la técnica y la industria estén al servicio de la persona humana y de la fraternidad".

Asimismo, han recordado las palabras del Papa durante la audiencia general del 25 de marzo de 2020 cuando argumentó que para la Iglesia católica, la defensa de la vida "no es una ideología", sino una realidad humana que afecta a todos los cristianos, precisamente por ser cristianos y por ser humanos".

"Se trata de una acción cultural y educativa para transmitir a las generaciones futuras la aptitud para la solidaridad, el cuidado y la acogida, sabiendo que la cultura de la vida no es patrimonio exclusivo de los cristianos, sino que pertenece a todos aquellos que, trabajando en la construcción de relaciones fraternas, reconocen el valor de cada persona, incluso cuando es frágil y sufre", señaló Francisco en aquella ocasión.

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