Los efectos de la manzana en el organismo
Las manzanas, son una fruta que está en el súper todo el año, pero realmente se cogen a finales de verano o principios de otoño porque es cuando más sabrosa está.
La manzana tiene diversos beneficios para nuestro organismo, los cuales son los siguientes:
-Protege al corazón: Un estudio sobre la manzana realizado por el departamento de Nutrición de la Universidad de Florida (Estados Unidos), con el doctor Bahram Arjmandi a la cabeza, han evaluado los efectos cardioprotectores a largo plazo del consumo diario de la manzana en las mujeres posmenopáusicas y han llegado a la conclusión que disminuye en fuertes cantidades el llamado colesterol malo.
-Activa el cerebro: Una investigación realizada por la Universidad de Massachusetts Lowell (Estados Unidos) señala que el jugo de la manzana puede aumentar la producción de acetilcolina, que es un neurotransmisor que mejora la memoria.
-Rica en vitaminas A y C: la manzana es una alimento rico en vitaminas A y C. Una manzana mediana contiene 8 miligramos de vitamina C. Eso sí, hay que recordar que la vitamina C en las manzanas se encuentra justo debajo de la piel, así que no debes pelarla.
-Alto contenido en fibra: Los expertos aseguran que de cada 100 gramos de manzana, 2,4 son de fibra.
-Se trata de un drenante natural: Las investigaciones más reciente de Arjmandi revela que la pectina y los antioxidantes que tiene la manzana en la piel ayudan a eliminar toxinas.
-Tranquiliza: Desde Asociación Española de Aromaterapia puntualizan que por el mero hecho de oler una manzana sentimos tranquilidad. Es por ello que el aceite esencial de manzana, que se usa en aromaterapia, tiene un alto valor relajante.
-Buenos en los casos de diabetes: Los expertos destacan que la manzana incluye entre sus beneficios que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre debido a su alto contenido en fibra. Esto provoca que se retrase la absorción de carbohidratos, lo que evita los picos de insulina.
-Blanquea los dientes: Los profesionales señalan que un trozo de manzana después de comer protege la boca del desarrollo de bacterias nocivas gracias a las propiedades de sus nutrientes.
De hecho, la Asociación de Odontología Holística señala que esta fruta puede llegar a prevenir el desarrollo de caries o gingivitis.
-Buena para el intestino: Las investigaciones Arjmandi aseguran que comer una manzana con piel nos ayuda a facilitar el movimiento intestinal. En cambio, si la consumimos pelada, la pectina de su pulpa hace más lento el tránsito intestinal, lo que sirve contra la diarrea.
-Efecto saciante: Cuando la pectina, sustancia que se encuentra en la pulpa blanca o amarillenta, llega hasta el estómago, desencadena unos mecanismos de información que transmiten al cerebro la orden de que ya está lleno, por lo que no te apetece comer más.
La presencia de pectinas en la dieta también puede tener efectos beneficiosos sobre los niveles de colesterol en sangre.