Encuentra a su perro desaparecido dos meses en una cueva de 200 metros de profundidad
El dueño ya había perdido la esperanza de ver al animal con vida, pero tras un duro rescate, la perrita está sana y salva
La desaparición de un animal doméstico siempre es un duro golpe para sus dueños, pues es como perder a un miembro de la familia, por eso la desaparición de la perrita Abby fue tan dura para su dueño Jeff Bohnert, un vecino de Perryville, en el estado de Misuri, Estados Unidos. La perrita desapareció cuando jugaba junto a Summer, la otra mascota de la familia.
Abby llegó a la familia hace ya más de 14 años como regalo especial de cumpleaños para la hija de Bohnert. Desde entonces se volvió un miembro más de la familia, por lo que todos sus familiares salieron en su búsqueda con carteles y preguntando puerta por puerta a los vecinos de la pequeña ciudad de 8.500 habitantes, que destaca por sus cuevas naturales.
Pasaron los días y la familia iba perdiendo la esperanza de ver de nuevo a Abby con vida, pero este sábado se produjo el milagro. Un espeleólogo se encontraba estudiando una de las cuevas de la localidad, cuando en medio de la oscuridad vio un brillo que le sorprendió. Gerry Keene, el espeleólogo que estaba de ruta con unos niños, se acercó a ver de que se trataba, para encontrarse por sorpresa con Abby, la cual estaba encerrada, sola, delgada y asustada a más de 200 metros de profundidad.
El animal se mantuvo con vida dentro de ese lugar gracias a las goteras que se filtraban hasta donde estaba atrapada, llegando a permanecer dentro de la cueva hasta 60 días Keene fotografió a la perrita y enseguida los vecinos se percataron de que era Abby. Los expertos se acercaron a la zona para, ellos mismos, con la ayuda de una bolsa de lona acolchada, sacarla de la cueva, para finalmente llevarla de vuelta a su hogar.