Este verano relájate y vuelve a convertirte en un niño con estas películas

Con el verano a veces se hace insoportable estar en la calle, porque pasear por la Tendillas a las cinco de la tarde con todo el solano azotando, la verdad es que no es un plan muy atractivo.

Para ello te proponemos uno que sí que lo es, ¡TARDE DE CINE!

Si tienes niños, disfrutaran más o igual que tu. Pero antes de comenzar con unas películas excepcionales que querrás volver a ver, hay que ambientar el momento cine. 

Como es posible que no tengamos un cine en casa, como los súper ricos y famosos, podemos adaptarnos y crear nuestro particular cine en casa.

 

Acomoda el sofá, aire acondicionado, ventilador y derivados en funcionamiento (por si acaso un bombón como tu se derrite), habitación a oscuras o con una luz tenue. Y ahora viene lo mejor, a preparar los snacks. Dependiendo de la temática de la película, la ambientación o simplemente lo que te apetezca puedes preparar así los snacks. Te damos algunas ideas, puedes preparar crepes (dulces o salados, ahí tu propia elección), chuches (pero no muchas, que seguimos siendo fitness), alguna bebida refrescante, unas pipillas nunca están demás o nuestras dos opciones favoritas, una buena tarrina de helado (que no tienes por qué comértela entera) y las que nunca faltan en cualquier película, nuestras amigas las palomitas en todas sus versiones, desde las típicas saladas, con mantequilla, dulces, con queso e incluso con chocolate.

Ya que estamos ready nos toca elegir película, y aunque parezca una tontería es algo muy complicado, porque las plataformas digitales nos ofrecen un sinfín de películas, y al tener tantísima variedad a veces es complicado elegir. Pero como hace calor, te proponemos unas películas que te proporcionarán un soplo de aire fresco, relajarte y volver a ser una niña.

Toy Story 

La película de animación por excelencia, a quien no le gusta pasar un buen rato con sus juguetes. Esta película nos hace volver a sentirnos pequeños, esta historia de rivalidad por el amor y atención de Andy que acaba convirtiéndose en una bonita amistad entre Woody y Buzz es insuperable. Pero por supuesto, tienes que ver las siguientes de la saga.

Toy Story 2

Uno de los momentos que todos recordamos sí o sí, es la maravilla de escena cuando el restaurador arregla los desperfectos de Woody, lo hace con tanto mimo y cariño, una obra. Pero más allá de esta escena, los juguetes se ponen en peligro para rescatar a su amigo, porque a un amigo nunca se le abandona. En esta película hay nuevos integrantes, la vaquera Jessie y el valiente Perdigón.

Toy Story 3

Probablemente, la película de esta saga que más te haga reflexionar, Andy se va a la universidad y se debe despedir de sus juguetes. Les da una nueva vida, llevándolos a una guardería. Además de ser una de las más graciosas también, con el gran Buzz flamenco.

Toy Story 4

El fin de la saga o eso creemos, Woody tiene que aprender a reencontrarse con sí mismo, y por el camino se reencuentra con su gran amor la señorita Bo. La tierna pastora que se ha convertido en toda una mujer amazona. 

Anastasia

Nos teletransportamos a Rusia, tras la muerte de la última dinastía de los zares. Conocemos a la pequeña Anastasia a través de su camino para conocer su verdadera identidad. Un camino que no será desde luego de rosas, con la intervención del malvado Rasputin. Una de las imágenes más bonitas, es cuando baila con su padre, o la del propio final con Dimitri.

Bebé Jefazo

Una película que acabarás con dolor abdominal de tanto reír. Tim un niño pequeño es hijo único y tiene toda la atención de sus padres, hasta que llega el bebé jefazo, un bebé con muy malas pulgas y traje y corbata. Todo un show.

Ratatouille

Una rata en la cocina, algo que sería impensable en la realidad, pero como las películas nos incitan a soñar e imaginar, aquí esta Remo un ratón cuyo sueño es ser un gran chef.

Tiana y el sapo

Una historia atípica de princesas Disney, pero desde luego no tiene desperdicio. Tiana la protagonista sueña con ser la dueña de su propio restaurante en Nueva Orleans, pero el mundo no se lo pone fácil.