sábado. 23.11.2024

Nieto lleva más de 25 años observando cómo, cuándo y por qué las células migran de un lugar a otro dentro del organismo. Su trabajo parte de una constatación. "En algunas patologías como el cáncer se produce una reactivación de procesos embrionarios. Bajo esta premisa, intentamos entender y prevenir la formación de metástasis o reparar órganos dañados", ha detallado.

Durante décadas, la investigación del cáncer se ha centrado en el tumor primario y gracias a ese trabajo se han logrado progresos en la supervivencia de los pacientes. "Pero es evidente que también hay que fijarse en la etapa en la que las células cancerosas se diseminan desde el tumor primario y colonizan órganos distantes. En el grupo llevamos más de 25 años trabajando sobre la idea de que, en la progresión del cáncer hacia la metástasis, hay una activación aberrante de genes embrionarios", ha detallado.

Dicho esto, ha explicado que hace años descubrieron unos genes fundamentales para el desarrollo del embrión porque dotan a las células de capacidad de movimiento. "Esto tiene sentido porque durante el desarrollo embrionario, muchas células nacen lejos de su destino final, así que activan esos genes y se desplazan al lugar donde deben realizar su función. Algo así se produce en la diseminación de las células cancerosas", ha detallado.

En el desarrollo embrionario, recalca, este proceso se basa en un grupo de genes que se encargan de dotar de movimiento a las células; entonces están encendidos, y eso es esencial para el progreso del embrión. Cuando las células llegan a su destino, estos genes se apagan y normalmente permanecen apagados durante la vida del adulto sano.

Sin embargo, en algunas patologías como el cáncer vuelven a encenderse. Y van a hacer lo mismo que hacían en el embrión, pero ahora, en lugar de ser un proceso beneficioso, es deletéreo porque consiguen diseminar células del tumor primario a otros órganos. Cuando llegan, anidan y forman las metástasis.

Ante este escenario, la bióloga ha destacado la importancia de hay seguir estudiando los tumores primarios, sobre todo la heterogeneidad celular. "Las células de un tumor no son todas iguales, incluso se pueden encargar de distintas funciones. Y los tumores evolucionan, adquieren nuevas mutaciones que modifican su malignidad. Pero, además, ahora hay que poner el foco en el análisis del nicho metastásico: el entorno que las células diseminadas por la activación de los genes embrionarios van a colonizar", ha comentado.

Finalmente, ha asegurado que desafío es impedir la formación de metástasis o ser capaces de tratarlas lo antes posible. "Pero el cáncer no es una enfermedad, sino cientos de ellas con distintas características. De hecho, hay algunos tipos de cáncer como el de mama que hace 20 o 30 años tenía una supervivencia baja y ahora un porcentaje altísimo de mujeres sobreviven a él. Otros tipos de tumores como el cáncer de páncreas o el melanoma siguen siendo de mal pronóstico, pero la llegada de la inmunoterapia ha sido un hito para los tratamientos. Y de nuevo, impedir que se formen las metástasis es el gran reto", ha zanjado.

Ángela Nieto, bióloga del CSIC afirma que la metástasis es la responsable del 90% de...