sábado. 30.11.2024

El Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa, ha liderado un estudio que asocia la exposición a la contaminación del aire durante los dos primeros años de vida con una peor capacidad de atención en niños de 4 a 8 años, ha informado este jueves en un comunicado.

El estudio, publicado en 'Environment International', ha detectado una mayor susceptibilidad al dióxido de nitrógeno (NO2) --contaminante que procede principalmente de las emisiones del tráfico-- en el segundo año de vida y ha relacionado una mayor exposición al NO2 con una menor capacidad de atención en niños y niñas de 4 a 6 años.

Los resultados indican que esta asociación persiste en las edades de 6 a 8 años sólo en los niños, y la investigadora del ISGlobal Anne-Claire Binter lo atribuye al hecho que los cerebros de los chicos "maduran más lentamente, lo que podría hacerlos más vulnerables".

La investigación ha analizado datos de 1.703 mujeres y sus hijos e hijas, pertenecientes a las cohortes de nacimiento del Proyecto INMA en cuatro regiones españolas, evaluando la función atencional entre los 4 y 8 años y la memoria de trabajo a los 6-8 años mediante pruebas informatizadas validadas.

Los investigadores han estimado, a partir de la dirección de residencia, la exposición diaria de los integrantes de la muestra al NO2 durante el embarazo y en los 6 primeros años de infancia.

IMPACTO "POTENCIAL" DE LA CONTAMINACIÓN EN LA SALUD

Binter ha señalado que hallazgos como este "subrayan el impacto potencial de la contaminación del aire relacionada con el tráfico en el retraso del desarrollo de la capacidad atencional, y la importancia de seguir investigando sus efectos a largo plazo en grupos de edad más avanzada".

Ha añadido que el estudio "sugiere que la primera infancia, hasta los dos años, parece un periodo relevante para aplicar medidas preventivas" y también revela que la contaminación ambiental relacionada con el tráfico es determinante para la salud de las generaciones futuras.

Asocian la contaminación del aire con una peor capacidad de atención de los niños