Bélgica rechaza reventa de vacunas procedentes de la India

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Los Estados miembros de la Unión Europea no pueden comprar vacunas fuera del mecanismo europeo al que todos se comprometieron y que reparte las dosis en función de la población. La Comisión Europea explica que cada Estado miembro puede retirarse de un contrato con una farmacéutica específica, sin que ello signifique que pueda negociar por su cuenta con esa empresa. Todos han firmado contratos farmacéuticos, por lo que no tienen derecho a negociar por su cuenta.

Pero existen ofertas que muestran que existe un mercado paralelo de vacunas de las mismas empresas. Así lo confirma el Ministerio de Sanidad belga al diario ‘Le Soir’, que recibió una oferta para comprar 1,5 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca producidas por ‘Serum Institute of India’, una farmacéutica india que trabaja para la farmacéutica anglo-sueca, entre otras. Esta empresa es el mayor productor y vendedor mundial de vacunas, produce para el mercado indio y las dosis que AstraZeneca espera vender a países de bajos ingresos.

El intermediario, que Frank Vandenbroucke, ministro de Sanidad belga, no ha identificado, habría propuesto hace “unas semanas” al Gobierno belga la compra de 1,5 millones de dosis a un precio a negociar. Bélgica lo rechazó ya que es ilegal, porque el mecanismo europeo le impide negociar por su cuenta. Y, además, porque Bélgica contactó con AstraZeneca. ‘Le Soir’ cuenta que la empresa le advirtió de la seguridad de las dosis producidas en India a pesar de que ‘Serum Institute of India’ es socia de AstraZeneca.

La directora general de Salud de la Comisión Europea, Sandra Gallina, dijo que hay un mercado de dosis falsas que ya está siendo investigado por cuerpos policiales y judiciales y por la Oficina Europea Anti-Fraude. Pero “también hay dosis verdaderas en oferta. Parece que hay un cierto mercado paralelo de vendedores que ofrecen dosis de las empresas con las que la Unión ha negociado”, explicó, lo que concuerda con la confesión de las autoridades belgas. Esas dosis, por tanto, se venden hasta cuatro veces más caras.

Pero no pueden comprarlas porque sería ilegal por parte de los gobiernos europeos, porque tendrían que hacerlo fuera del mecanismo europeo  y porque además los Estados miembros no pueden aceptar vacunas que se hayan producido en fábricas que no tengan autorización de la Agencia Europea del Medicamento.