'Chemsex' y 'Slamsex', adicciones que se disparan con las App de contactos
Perfil de los adictos: Homosexual, entre 35 y 44 años. Alto nivel educativo, activo laboralmente, sin pareja estable y más propenso a tener una relación abierta. Últimamente se suma la condición de positivo por el VIH a este perfil por la práctica de ‘slamsex’, es decir, comparten material para inyectar y esnifar.
‘La facilidad que permiten las aplicaciones para organizar encuentros sexuales es tal que se han convertido en uno de los medios principales de contacto”. Esta ha sido la reflexión de María Quevedo de la Peña, directora de tratamiento de la Clínica RECAL en Madrid al ver los últimos informes publicados sobre este tema. ‘Informe Chemsex 2021/2022’ firmado por la Subdirección General de Adicciones Madrid Salud, el Estudio HOMOSALUD 2021 sobre el ‘Consumo recreativo de drogas y su uso sexualizado (chemsex) en hombres gay, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH) de España’ y el Estudio de ‘Aproximación al chemsex 2021’ de Imagina Más y Apoyo Positivo.
Clínica RECAL ayuda a la reinserción en la sociedad de aquellas personas afectadas por la adicción a cualquier tipo de sustancia o comportamiento. Desde su equipo médico apuntan que un 4 % de los pacientes que ingresaron en su centro, en 2022, tenía adicción al sexo y que la mitad al ‘chemsex (o ‘sexdopaje’ según la RAE) ‘La adicción es la enfermedad del aislamiento y el adicto siente una profunda soledad y un gran vacío interior, por eso consume. La intoxicación de estas sustancias los ayuda a desinhibirse y tapar problemas como la baja autoestima, el malestar emocional, la no aceptación de la orientación sexual o una situación difícil en la infancia’, asegura María Quevedo de la Peña Directora de la Clínica RECAL.
El término ‘chemsex’ es de origen británico y surge de la fusión de las palabras ‘chems’ (derivada de chemicals como alusión a las dogas) y ‘sex’ (sexo). Se trata de la práctica de relaciones sexuales bajo el efecto de las drogas.
El 99,1% de las personas atendida por ‘Salud Madrid’ eran hombres, aunque también atendieron a cuatro mujeres trans y una persona no binaria. Un 77% de las personas en tratamiento que llevaban a cabo estas prácticas, a menudo grupal, consumían mefedrona, el 41,7% GHB, y un 29,5% anfetaminas. Del estudio también se desprende que el consumo de dos sustancias nocivas está presente en el 64,5% y el 32,1% de la muestra consumen tres o más sustancias.
Según los últimos estudios, los servicios de salud del Ayuntamiento de Madrid atendieron a 351 personas entre enero de 2021 y julio de 2022. Un 602% más que en 2017 y 2018, cuando se atendió a 50. ‘Antes, el adicto lo era de una sola sustancia y ahora hay más poliadictos. La edad de inicio es también más temprana, siendo la media de 35-44 años (40,6%)’. Al irrumpir las adicciones comportamentales, el deterioro físico es menos evidente (como sí lo era con la heroína), aunque el deterioro mental, social y emocional es enorme’, apunta María Quevedo.
¿Qué papel han jugado las apps de contactos? Han facilitado la adicción al sexo y la práctica de este junto al consumo de drogas, incrementando el número entre los adictos de infecciones de transmisión sexual como VIH, VHC (Hepatitis C), sífilis, clamidias, candidiasis, Hepatitis B, herpes genital, gonorrea o VPH (virus del papiloma humano)…
Según el Estudio de ‘Imagina Más’ y ‘Apoyo Positivo’, la mayoría de los contagios se producen al compartir material de inyección (7,9%) o rulo (84%) por vía intravenosa o esnifada (‘slamsex’).
Los autores de los informes coinciden en el alto porcentaje de personas atendidas que han sufrido violencia intrafamiliar, el 14%; un 12% violencia de pareja y un 11% violencia sexual. Es reseñable que un 27,6% haya sufrido algún tipo de violencia durante la infancia y adolescencia. Además, un 10,6% de la muestra había ejercido la prostitución en algún momento de su vida.
En cuanto a salud mental, el 51% tenían patología dual, es decir adicción y trastorno de la personalidad o enfermedad mental. Un 40% tenía que ver con el estado de ánimo y un 34% con la ansiedad.
‘Estos datos indican la importancia de crear conciencia sobre el chemsex como un problema de salud pública en hombres gay, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. Se debe tratar a este tipo de adicciones comportamentales igual que a las adicciones a sustancias, con el objetivo de reducir la incidencia de las consecuencias más indeseables del chemsex,’, concluye María Quevedo, directora de Clínica RECAL.
Sobre RECAL
La Fundación Recal es un centro de tratamiento de adicciones que fue creado en Madrid en el año 2001 por Maximiliano de Habsburgo (Boulogne-Billancourt, Francia, 1961), hijo de los Archiduques Ferdinand y Helen de Austria. Su equipo trabaja cada día para ayudar a la reinserción en la sociedad de aquellas personas afectadas por la enfermedad de la adicción a cualquier tipo de sustancia o comportamiento. Alcoholismo, cualquier tipo de droga, sexo o juego son algunas de las adicciones que se ayuda a superar desde la Fundación, además de ofrecer ayuda de forma gratuita a sus familias, ya que consideran que son otra de las claves a la hora de lograr su objetivo. Su sede central, situada en Majadahonda, dispone de unas cómodas instalaciones con capacidad para 24 pacientes internos y la posibilidad de atender al mismo tiempo a otros 12 pacientes más de forma ambulatoria.
El equipo, con Maximiliano de Habsburgo al frente, está formado por un completo grupo de especialistas para cada uno de los tratamientos requeridos. Médico, psiquiatra, psicólogos, terapeutas, enfermeros y un nutrido grupo de profesionales centrados en la recuperación completa de los pacientes.
La consolidada trayectoria de la Fundación Recal, a lo largo de sus más de 22 años de vida, aporta seguridad y confianza tanto a las personas que reciben el tratamiento como a sus familiares. Su experiencia les permite personalizar y adaptar el procedimiento en cada caso, lo que se traduce en el éxito a la hora de lograr la recuperación del paciente.