Desarrollan un método para administrar insulina por vía oral y evitar las inyecciones
Un equipo internacional de científicos desarrolló un método para poder administrar insulina por vía oral, evitando así las inyecciones subcutáneas. El estudio fue publicado en la revista Chemical Science.
La insulina se utiliza para controlar y regular los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes. Su aplicación es a través de inyecciones que conllevan ciertos efectos secundarios y desventajas. El tratamiento oral se plantea como una solución para mejorar la calidad de vida en estos pacientes, aunque sin mucho éxito por el momento.
El equipo, liderado por la Universidad de Nueva York y en el que participaron investigadores españoles, dio con la manera de suministrar la insulina a través de nanopartículas resistentes a los ácidos del estómago. Estas son capaces de aportar la dosis exacta de insulina en un mínimo de dos horas y con un control de los niveles de azúcar en sangre de hasta diez horas. La liberación de insulina por parte de las nanopartículas responde a los niveles de glucosa, un punto clave para la eficacia de la terapia.
Las pruebas se llevaron a cabo en modelos de rata con diabetes tipo 1. Los animales mostraron una reducción sostenible del nivel de glucosa en sangre, el cual luego volvió completamente a la normalidad. El tratamiento no inducía toxicidad.
A pesar de los ensayos clínicos de varias formulaciones de insulina oral, todavía no se ha logrado un desarrollo comercial suficiente.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha aprobado hasta la fecha dos sistemas con esta tecnología dentro de las fases finales de los ensayos: el fármaco ORMD-0801, desarrollado por Oramed, y HDV-I, de Diasome. Sin embargo, ambos presentan problemas: el daño de la membrana del estómago o el alto costo.
“En comparación con las dos tecnologías aprobadas por la FDA, nuestro sistema es biocompatible, altamente estable en el estómago, rentable, específico y sensible a la glucosa, lo que representa un paso adelante en el futuro de la administración oral de insulina y una nueva vía hacia el tratamiento del tipo 1”, han expresado los autores del estudio.