Cuando hablamos de cáncer y sus terapias lo más común es que se nos vengan a la cabeza las más conocidas como la quimioterapia o la radioterapia. Pero dentro del mundo del cáncer existen muchos otros tratamientos, no tan conocidos, que pueden tener ventajas únicas pero que, frecuentemente, no están ausentes de efectos secundarios.
Un claro ejemplo es el caso de la terapia fotodinámica, se trata de un procedimiento poco invasivo en uso desde los años 70 y que consiste, esencialmente, en la inserción de una sustancia reactiva a la luz en el interior de las células cancerígenas y en la posterior activación de esa reacción química aplicando luz. Esta línea de tratamiento es particularmente aplicable sobre cáncer de piel y tumores superficiales muy accesibles.
El año pasado, investigadores descubrieron que tras la aplicación de este tratamiento aparecía un nuevo efecto secundario que proporcionaba mejor visión nocturna a los pacientes, tras varios análisis descubrieron que la clave de este efecto secundario radica en la rodopsina, una proteína sensible a la luz en las retinas de nuestros ojos.
Esta proteína actúa como un compuesto fotosensible llamado clorina E6, un componente crucial de este tipo de tratamientos contra el cáncer. Cuando la clorina E6 absorbe la radiación infrarroja, interactúa con el oxígeno singlete altamente reactivo que, además de destruir las células cancerosas, puede reaccionar con la retina y permitir un aumento de la visión nocturna.
Tal y como explican los expertos, la luz visible hace que la retina se separe de la rodopsina, que se convierte en la señal eléctrica que nuestro cerebro interpreta para ver.
A pesar de que no recibimos mucha luz visible por la noche, este mecanismo también puede activarse con otra combinación de luz química. El quipo de investigadores llevó a cabo una simulación molecular para modelar los movimientos de los átomos individuales, así como la ruptura o creación de enlaces químicos.
Dicha simulación se llevó a cabo durante varios meses antes de poder modelar con precisión la reacción química causada por la radiación infrarroja, algo que en la vida real se produciría en nanosegundos. Este tratamiento también podría aprovecharse para ayudar a tratar ciertos tipos de ceguera o de hipersensibilidad a la luz.
Pese a ello, especifican, no se recomienda en absoluto intentar utilizar la clorina e6 para tener una visión nocturna sobrehumana.