Un estudio de la Universidad de Osaka (Japón), publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), sugiere un nuevo tratamiento dirigido a abordar la tormenta de citoquinas, una reacción inflamatoria del organismo que puede provocar la muerte.
Las citoquinas son mensajeros químicos que ayudan al organismo a deshacerse de bacterias y virus invasores y a controlar la inflamación. El cuerpo equilibra cuidadosamente las citocinas porque ayudan a mantener sano el sistema inmunitario. Sin embargo, este equilibrio se altera si el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada.
Una infección grave o una quemadura grave pueden desencadenar una tormenta de citocinas en el organismo. Durante la tormenta, también denominada síndrome de liberación de citocinas (SRC), el organismo produce demasiadas citocinas, lo que provoca una inflamación potencialmente mortal.
La interleucina 6 (IL-6) es una citocina clave en la tormenta porque ayuda a impulsar la inflamación que daña el organismo. La IL-6 transmite su mensaje fijándose a los receptores de IL-6 dentro de las células, lo que indica a estas que propaguen la inflamación. Dado que la IL-6 es importante en la RSC, los tratamientos que bloquean la señal de IL-6 pueden aliviar la inflamación. Sin embargo, este bloqueo suele ser de larga duración, lo que conlleva efectos secundarios.
Así, estos investigadores han descubierto una forma de bloquear las señales de IL-6 minimizando los efectos secundarios del tratamiento. El grupo interrumpió la señal inflamatoria utilizando un anticuerpo que bloquea el receptor de la IL-6 durante un breve periodo de tiempo. La breve interrupción fue suficiente para proteger los tejidos contra las lesiones provocadas por las tormentas de citoquinas causadas por la sepsis o las quemaduras graves.
"Nuestros resultados sugieren que la RSC puede tratarse con un anticuerpo contra el receptor de IL-6 que tenga una vida media corta", afirma Sujin Kang, autor principal del estudio. "Esto puede prevenir el daño vascular y al mismo tiempo reducir los efectos secundarios asociados al bloqueo de la IL-6", ha afirmado.
DAÑO VASCULAR
El daño vascular se produce cuando una infección o quemadura provoca fugas en las células que recubren la superficie interna de los vasos sanguíneos. La fuga de líquido desencadena una tormenta de citocinas y puede provocar una infección secundaria.
El grupo también descubrió un posible mecanismo de este daño celular. Cuando la IL-6 se une a su receptor, activa una proteína llamada factor inducible por hipoxia-1 alfa, que amplifica la inflamación.
"Descubrimos que el bloqueo de la señal IL-6R-hipoxia-1 alfa reforzaba las células endoteliales vasculares y mejoraba la integridad de los vasos. Esto ayudó a evitar la fuga de los vasos y alivió la inflamación causada por la RSC", explica el autor principal, Tadamitsu Kishimoto. "Esperamos que esto ayude en el futuro a los pacientes que sufren RSC y otras enfermedades inflamatorias", ha señalado.
Otras enfermedades que pueden causar RSC son la sepsis y el síndrome de dificultad respiratoria aguda, la infección por Covid-19 y la isquemia. Las personas con lesiones traumáticas y las que toman algunas inmunoterapias contra el cáncer también pueden experimentar una tormenta de citocinas. Se espera que las conclusiones de este estudio ofrezcan un enfoque terapéutico alternativo a los pacientes con estas afecciones.