El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por enfermedad neoplásica. En 2019 fallecieron en España 22.007 personas por este tipo de tumor, y en los primeros 5 meses de 2020 el número de fallecidos fue de 9.147. La elevada mortalidad del cáncer de pulmón se debe a que el 75% aproximadamente de estos tumores se detectan en estadios avanzados. Sin embargo, cuando el cáncer de pulmón se detecta en estadios iniciales, la supervivencia a los 5 años supera el 80%. Por ello, “el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón es la piedra angular para aumentar la supervivencia en el cáncer de pulmón”, ha explicado el Dr. Pablo León Atance, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT).
Actualmente en España existen programas de cribado para los tumores de mama, colon y cérvix. Sin embargo, todavía no se ha establecido un programa de cribado de cáncer de pulmón a pesar de que las evidencias científicas, concretamente los resultados obtenidos en el ensayo del National Lung Screening Trial (NLST) y en el ensayo NELSON, confirman la capacidad del cribado con scanner de baja radiación para detectar tumores en estadios iniciales y reducir significativamente la mortalidad en grupos de riesgo.
La cirugía sigue representando la principal opción curativa en el tratamiento del cáncer de pulmón, pero sólo está indicada cuando estos tumores se encuentran en estadios iniciales. El cirujano de tórax (también denominado oncólogo quirúrgico) como responsable del tratamiento quirúrgico debe valorar aquellas lesiones pulmonares sospechosas de malignidad y llevar a cabo la extirpación de la lesión y de las adenopatías del mediastino, responsables de gran parte de las recaídas por diseminación linfática.
Por este motivo, la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT) junto con el resto de especialidades médicas implicadas en el manejo multidisciplinar del cáncer de pulmón se han marcado como objetivo la instauración de un programa de cribado para poder detectarlo precozmente y actuar cuando aún es curable. Este objetivo se ha convertido en el presente dentro de la estrategia terapéutica y de manejo del carcinoma pulmonar.
En aras de la consecución de dicho objetivo, la SECT colabora activamente en proyectos que persiguen implantar un programa de cribado, como el proyecto CASSANDRA y la Lung Ambition Alliance, en colaboración con Atención Primaria y otras Sociedades Científicas. Su meta final: implantar un programa asistencial de cribado en cáncer de pulmón que permita su detección y tratamiento precoz, base de la curación de la enfermedad.