Profesionales sanitarios han coincidido en que la bajada de las temperaturas impacta en la salud de las personas más allá de los resfriados comunes, ya que intensifica las molestias y síntomas de algunas afecciones como la psoriasis, la artrosis, los sabañones o la dermatitis, por lo que han recomendado que quienes las padezcan tomen medidas preventivas como mantener las extremidades calientes, usar ropa adecuada, tener la piel hidratada o evitar exposiciones prolongadas a temperaturas extremas, entre otras.
"Frente al frío, el organismo se ve forzado a realizar esfuerzos adicionales para regular la temperatura corporal, lo que puede complicar aún más a quienes ya padecen condiciones de salud previas. En algunos casos, los síntomas de estas enfermedades pueden intensificarse debido al empeoramiento de la circulación sanguínea o a la rigidez muscular provocada por las bajas temperaturas", ha explicado la especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, Daniela Silva.
Respecto a las enfermedades que pueden empeorar a causa del frío, expertos de Cigna Healthcare han apuntado al síndrome de Raynaud, caracterizado por dolor, entumecimiento y hormigueo en manos y pies, que pueden volverse pálidas o azuladas por la constricción excesiva de los vasos sanguíneos. El invierno puede hacer que los episodios de Raynaud sean más frecuentes y dolorosos por lo que, como medidas de prevención, han aconsejado utilizar guantes térmicos, calcetines gruesos y calzado aislante, así como realizar ejercicios suaves para estimular la circulación.
Otra de las afecciones que se ve exacerbada es la perniosis, conocida como sabañones, para la que los especialistas han aconsejado utilizar ropa y calzado impermeables para evitar el contacto con la humedad y mantener la piel hidratada con cremas que prevengan el agrietamiento y reduzcan la inflamación. Igualmente, frente a la alergia al frío, que puede producir ronchas, picazón o incluso dificultades respiratorias es aconsejable evitar los cambios bruscos de temperatura y el contacto directo con agua fría o superficies heladas
Frente a las afecciones respiratorias que pueden agravar enfermedades como el asma, la bronquitis crónica o la EPOC, han señalado que se evite la exposición directa al aire frío, usar bufandas o mascarillas y, en el caso de tener tratamientos prescritos, como inhaladores, tenerlos siempre a mano. En el caso de la psoriasis, que provoca la formación de placas gruesas, rojas y escamosas en diversas partes del cuerpo, han apuntado, además de a la hidratación, al uso de humidificadores en casa que eviten sequedad en el ambiente.
ARTROSIS Y MEDICINA REGENERATIVA
Por otra parte, los más de siete millones de personas que padecen artrosis en España también experimentan un incremento del dolor y la rigidez en las articulaciones durante el invierno. En este sentido, un estudio de la Universidad Occidental de Australia ha mostrado que cerca del 44 por ciento de pacientes con artrosis presentan hiperalgesia al frío, un aumento de la sensibilidad al dolor en respuesta a estímulos fríos.
En este contexto, la medicina regenerativa puede ser una alternativa eficaz a través de los microinjertos autólogos, donde los tejidos del propio paciente ayudan a regenerar el cartílago articular dañado. Este tratamiento innovador mínimamente invasivo y con una duración inferior a una hora permite aliviar el dolor y mejorar la movilidad y la funcionalidad de las articulaciones.
"El tratamiento con microinjertos autólogos está revolucionando el manejo de la artrosis. No solo alivia el dolor, sino que frena la degeneración y promueve la reparación del tejido, ofreciendo una solución duradera y menos invasiva que las alternativas tradicionales. Además, gracias a los principios de similitud entre el tejido donante y el tejido receptor es una opción terapéutica única en resultados", ha detallado el especialista en medicina ortopédica y de emergencia Elías Muntean.
Asimismo, el experto ha enumerado una decena de consejos prácticos que las personas con artrosis pueden incorporar a su día a día para proteger sus articulaciones en épocas de bajas temperaturas. Entre estos, ha indicado abrigarse bien usando guantes y ropa térmica; caminar, hacer yoga o ejercicios en agua templada para mantener la movilidad; usar deshumidificadores para controlar la humedad en casa; y aplicar compresas calientes en zonas locales para aliviar rigidez y dolor.
A esta lista se suman el cuidado de la alimentación, incluyendo en la dieta alimentos ricos en omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias; usar bastones, si son necesarios, al caminar largas distancias para evitar el sobreesfuerzo; mantener un peso saludable que permita reducir la carga en las articulaciones; hidratarse bien para que las articulaciones también estén lubricadas; evitar posiciones incómodas mientras se permanezca sentado; y consultar a un especialista sobre tratamientos innovadores que se encuentren disponibles.
AFECCIONES EN LOS PIES
Por su parte, el Colexio Oficial de Podólogos de Galicia (COPOGA) ha querido poner el foco en las dolencias que pueden afectar a los pies en la época navideña, tanto por el frío como por la ingesta de comida y bebidas alcohólicas de forma copiosa. En concreto, los podólogos han advertido sobre los ataques de gota, la hinchazón de por la retención de líquidos, la debilidad muscular o la aparición de manchas rojizas.
"Una dieta equilibrada y un consumo moderado de alcohol es esencial para una buena salud en general y de los pies en particular", ha afirmado la presidenta del Colexio, Ana Requeijo. Además, ha destacado que en el momento en que se detecte cualquier anomalía en los pies es fundamental acudir a un profesional de la Podología para que analice las causas y aplique el tratamiento específico más adecuado, con el objetivo de evitar consecuencias mayores que pueden afectar a la movilidad y estabilidad.
Además, los expertos han apuntado al uso de tacones, cuyo abuso puede provocar hinchazón, durezas, callos, juanetes, dedos en garra e incluso dolor de espalda o daños en el tendón de Aquiles, y de calzado que no proteja adecuadamente los pies del frío, ya que puede causar dermatitis, eccemas o sabañones.
Así, han recomendado utilizar un calzado que mantenga la temperatura del pie, escoger un tacón que dé estabilidad al caminar y que no sobrepase los cuatro centímetros, comprar calzado fabricado con materiales naturales y flexibles que se adapte al pie y comprobar que la suela sea antideslizante para evitar resbalones y caminar con seguridad en superficies húmedas.