Un hombre de 59 años, diabético desde hace 25, se cura con células madre
Las células madre se utilizan cada vez más en tratamientos de todo el espectro de la medicina, pero un reciente avance en Shanghai promete que lo mejor puede estar aún por llegar.
Un hombre que padecía diabetes de tipo 2 desde hacía 25 años lleva 33 meses sin tomar insulina tras recibir un trasplante regenerativo de células de los islotes.
La diabetes, sobre todo la de tipo 2 -la que puede desarrollarse a lo largo de la vida a causa de una dieta y un estilo de vida inadecuados-, es una de las enfermedades no transmisibles más prevalentes del planeta.
China, en concreto, es uno de los focos mundiales de diabetes, con 140 millones de personas incapaces de fabricar su propia insulina, por lo que sufren problemas renales, ceguera, amputaciones y problemas cardiovasculares.
Pero este nuevo avance, que llega tras 10 años de investigación y pruebas, puede cambiar para siempre este paradigma de enfermedad.
Yin Hao, uno de los principales investigadores del equipo y director del Centro de Trasplantes de Órganos del Hospital Changzheng de Shanghai, explicó que tomaron las células mononucleares de sangre periférica del propio paciente y utilizaron los métodos existentes para reprogramarlas y convertirlas de nuevo en células madre pluripotentes para inyectarlas en el páncreas.
«Nuestra tecnología ha madurado y ha ampliado los límites en el campo de la medicina regenerativa para el tratamiento de la diabetes», declaró a China Daily Yin, cuyo equipo llevó a cabo la investigación con científicos del Centro de Ciencia Celular Molecular de la Academia China de Ciencias.
Los actuales tratamientos de trasplante para la diabetes de tipo 2 se ven dificultados por la falta de células de donantes y la complejidad de la tecnología de aislamiento de células de islotes pancreáticos.
Las células de los islotes pancreáticos son las principales células productoras de insulina del organismo, y las del paciente estaban casi completamente inhibidas. Dependía de múltiples inyecciones diarias de insulina, además de un trasplante de riñón.
Tras recibir las células madre fabricadas en 2021, se le retiró la insulina externa a lo largo de 11 semanas, tras las cuales su enfermedad parecía haber desaparecido en gran medida.
«Los exámenes de seguimiento mostraron que la función de los islotes pancreáticos del paciente se había restablecido eficazmente, y su función renal estaba dentro de los límites normales», dijo Yin. «Tales resultados sugirieron que el tratamiento puede evitar la progresión de las complicaciones diabéticas».
El trabajo se publicó en Cell Discovery el 30 de abril y, según los autores, los estudios futuros deberían explorar la farmacología de los fármacos que podrían proporcionar equivalentes comerciales para el trasplante de islotes.