El director médico de Moderna, Paul Burton, ha defendido que el balance de beneficio-riesgo de su vacuna contra la COVID-19 sigue siendo "muy positivo" en hombres jóvenes de 12 a 29 años debido a su alta eficacia, a pesar del mayor riesgo de miocarditis.
En rueda de prensa este jueves, Burton ha reconocido que la miocarditis es un efecto secundario "poco frecuente" en las vacunas de ARNm contra la COVID-19, aunque "ligeramente mayor" en la de Moderna en comparación con la de Pfizer.
De hecho, las autoridades sanitarias francesas desaconsejaron ayer el uso de la vacuna de Moderna para los menores de 30 años, después de que un estudio a escala nacional confirmara un ligero riesgo de inflamación cardíaca asociado a estas dos vacunas.
Al hilo de esta noticia, el representante de la compañía estadounidense ha aclarado que esta miocarditis, cuando se produce, "suele ser leve y autolimitada y responde a un tratamiento conservador". Además, ha indicado que no se observa en mujeres, sino solo en varones de 12 a 30 años, y que por el momento no se ha vinculado a las dosis de refuerzo. "Dada la eficacia de la vacuna, Moderna cree que el balance de beneficios y riesgos es muy positivo", ha aclarado Burton.
Sobre las razones detrás de la miocarditis en estos hombres jóvenes, Moderna cree que "la testosterona puede ser un factor contribuyente". "Creo que todavía estamos tratando de entender exactamente por qué las vacunas de ARNm se asocian con un mayor riesgo de miocarditis. Creo que esta hipótesis de la testosterona es importante. Sabemos que, efectivamente, hay cierta inflamación asociada a la testosterona. En la vacuna tenemos cien microgramos de ARNm, por lo que tenemos niveles ligeramente superiores de la proteína 'spike' del virus. Y eso podría ser un factor contribuyente", ha explicado Burton.
Asimismo, apunta que otro de los motivos es que en algunos países "ha habido una mezcla y combinación de dosis", así como una alteración del número de días entre la primera y la segunda dosis. "Puede ser que sean factores de confusión también", ha detallado.
"Hay un estudio de Finlandia que describe muy bien un mayor riesgo de miocarditis en los chicos jóvenes, a partir de los 15 años, que lo relaciona con la testosterona, y luego puede ser que en la práctica real la gente utilice diferentes calendarios de programación mezclando las dosis primarias y tal vez altere la distribución del tiempo entre las dosis. Así que creo que todo esto junto podría estar contribuyendo", ha resumido a las preguntas de los periodistas.
En cualquier caso, Burton ha avanzado que la compañía seguirá evaluando estos datos "cuidadosamente". "Aplaudimos a estas autoridades de todo el mundo por ser vigilantes y cuidadosas. Pero, de nuevo, no vemos un exceso de riesgo en las personas que reciben dosis de refuerzos, que parece estar limitado a los hombres jóvenes. No lo vemos en individuos mayores de ambos sexos. No lo vemos en las mujeres y seguiremos evaluándolo cuidadosamente", ha remachado.