miércoles. 27.11.2024

Una nueva investigación publicada en 'Nature' y realizada por la Universidad de Warwick (Inglaterra) ha puesto de relieve el profundo vínculo entre las elecciones dietéticas y la salud del cerebro demostrando que una dieta sana y equilibrada está relacionada con una salud cerebral, una función cognitiva y un bienestar mental superiores.

Los hallazgos arrojan luz sobre cómo nuestras preferencias alimentarias no solo influyen en la salud física sino que también impactan significativamente en la salud cerebral.

Se analizaron las elecciones dietéticas de una gran muestra de 181.990 participantes del Biobanco del Reino Unido y una variedad de evaluaciones físicas, incluida la función cognitiva, biomarcadores metabólicos sanguíneos, imágenes cerebrales y genética, revelando nuevos conocimientos sobre la relación entre la nutrición y el bienestar general.

Las preferencias alimentarias de cada participante se recopilaron mediante un cuestionario en línea, que el equipo clasificó en 10 grupos (como alcohol, frutas y carnes). Un tipo de IA llamado aprendizaje automático ayudó a los investigadores a analizar el gran conjunto de datos.

Una dieta equilibrada se asoció con una mejor salud mental, funciones cognitivas superiores e incluso mayores cantidades de materia gris en el cerebro (vinculada con la inteligencia) en comparación con aquellos con una dieta menos variada.

El estudio también destacó la necesidad de modificaciones dietéticas graduales, particularmente para personas acostumbradas a alimentos muy sabrosos pero nutricionalmente deficientes. Al reducir lentamente la ingesta de azúcar y grasas con el tiempo, las personas pueden encontrarse naturalmente gravitando hacia opciones de alimentos más saludables.

Los científicos creen que los factores genéticos también pueden contribuir a la asociación entre la dieta y la salud del cerebro, lo que demuestra cómo una combinación de predisposiciones genéticas y elecciones de estilo de vida dan forma al bienestar.

El autor principal, el profesor Jianfeng Feng, de la Universidad de Warwick, enfatizó la importancia de establecer preferencias alimentarias saludables en una etapa temprana de la vida.

"Desarrollar una dieta sana y equilibrada desde una edad temprana es crucial para un crecimiento sano. Para fomentar el desarrollo de una dieta sana y equilibrada, tanto las familias como las escuelas deben ofrecer una amplia gama de comidas nutritivas y cultivar un entorno que apoye su desarrollo físico y salud mental", señala.

Al abordar las implicaciones más amplias de la investigación, el profesor Feng enfatizó el papel de las políticas públicas en la promoción de opciones de alimentación saludables accesibles y asequibles. "Dado que las elecciones dietéticas pueden verse influenciadas por el nivel socioeconómico, es crucial garantizar que esto no impida que las personas adopten un perfil dietético saludable y equilibrado", afirma.

"Nuestros hallazgos subrayan las asociaciones entre los patrones dietéticos y la salud del cerebro, e instan a realizar esfuerzos concertados para promover la conciencia nutricional y fomentar hábitos alimentarios más saludables en poblaciones diversas", añade el coautor Wei Cheng, de la Universidad de Fudan.

El médico certificado en estilo de vida y médico de cabecera de Hexagon Health, que no participó en el estudio, el doctor Richard Pemberton, comenta que "esta interesante investigación demuestra además que una mala alimentación afecta negativamente no solo a la salud física sino también a la salud mental y cerebral".

Muestra un vínculo "profundo" entre elecciones dietéticas y salud del cerebro