Recibir radioterapia durante semanas podría ser cosa del pasado para muchas mujeres con cáncer de mama. Un nuevo estudio publicado en el International Journal of Radiation Oncology, Biology, Physics (Red Journal), la revista de referencia en oncología radioterápica de la American Society for Radiation Oncology (ASTRO), sugiere que el tratamiento podria podría reducirse a solo 5 sesiones, cada una de ellas incluyendo una dosis extra de radiación sobre el lecho tumoral, sin aumentar los efectos secundarios ni comprometer su eficacia.
Los resultados del apoyo a la investigación
La investigación ha sido posible gracias al compromiso de GenesisCare con la innovación en oncología radioterápica. Su apuesta por la investigación continua y el desarrollo de nuevas técnicas ha permitido que un equipo de 13 médicos especialistas en España diseñara y evaluara este protocolo avanzado en 16 centros de radioterapia. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las pacientes ofreciendo tratamientos más cortos, seguros y eficaces.
¿Qué significa aplicar una dosis extra sobre el lecho tumoral?
En algunos casos de radioterapia en mama, está indicado administrar una dosis 'extra' sobre el lecho tumoral con el objetivo de disminuir todavía más la probabilidad de que el tumor vuelva a aparecer en la misma zona donde se encontraba inicialmente (recurrencia local). En este estudio se refiere a la técnica SIB (Simultaneous Integrated Boost, o refuerzo integrado simultáneo), que permite intensificar el tratamiento en el área de mayor riesgo mientras el resto de la mama recibe una dosis estándar, de manera simultánea. De esta forma, se concentra la radiación en la zona afectada, maximizando la eficacia sin aumentar los efectos secundarios ni prolongar la duración del tratamiento.
Esta innovación ha abierto la puerta a aplicar la radioterapia mediante un esquema de hipofraccionamiento ultracorto, es decir, dosis más altas en menos sesiones, lo que permite reducir el tratamiento completo a solo cinco sesiones, manteniendo los mismos niveles de seguridad y efectividad que los tratamientos más extensos.
"El valor de este avance no está solo en reducir el número de sesiones, sino en lo que eso significa para cada paciente. Menos tiempo de tratamiento es menos ansiedad, más autonomía, más posibilidad de retomar antes la vida cotidiana", explica el Dr. Felipe Couñago, oncólogo radioterápico y director médico de GenesisCare España.
Resultados del estudio
El estudio analizó a 242 pacientes con cáncer de mama y arrojó resultados clínicos muy positivos:
- A los seis meses del tratamiento, el 97% de las pacientes no presentaban signos de irritación en la piel y el 86% no tenía inflamación.
- Las técnicas de radioterapia avanzada permitieron minimizar los efectos secundarios.
- La eficacia del tratamiento se mantuvo, a pesar de haberse reducido significativamente el número de sesiones.
El valor de reducir el tiempo: impacto en el paciente y en el sistema sanitario
Para un paciente oncológico, cada día cuenta. Recibir un diagnóstico de cáncer es un golpe emocional importante, y el proceso de tratamiento añade una carga psicológica considerable. Tradicionalmente, terapias como la radioterapia podían alargarse durante semanas, convirtiéndose en una fuente constante de ansiedad y desgaste emocional.
Hoy, gracias a los avances tecnológicos y científicos, muchos tratamientos se han reducido sin comprometer su eficacia, como demuestra este nuevo estudio.
Esta reducción del tiempo de tratamiento tiene un impacto psicológico inmediato:
✔ Menos tiempo de incertidumbre: la espera prolongada genera ansiedad. Saber que el tratamiento será más corto permite al paciente recuperar la sensación de control sobre su vida.
✔ Mejor calidad de vida: menos sesiones significan menos desplazamientos al hospital, menos interrupciones en la rutina diaria y una recuperación más rápida.
✔ Menos efectos secundarios: tratamientos más precisos y concentrados reducen los efectos adversos, permitiendo mantener una buena calidad de vida durante y después de la terapia.
"El avance clínico va de la mano con el bienestar emocional. La posibilidad de aplicar una técnica precisa, con menos efectos secundarios y menos sesiones, cambia completamente la experiencia del tratamiento", afirma el Dr. Jaume Fernandez Ibiza, oncólogo radioterápico y coordinador médico en el Centro 360 de Excelencia oncológica GCCC en Barcelona).
Desde una perspectiva organizativa, este enfoque también representa una mejora en la eficiencia del sistema sanitario:
✔ Mayor capacidad asistencial: si un tratamiento que antes requería 30 sesiones ahora puede administrarse en cinco, se libera un volumen importante de recursos que permite tratar a más pacientes.
✔ Reducción de listas de espera: disminuye la carga asistencial y mejora la planificación de los servicios de oncología.
✔ Optimización de recursos económicos: menos sesiones implican un menor uso de equipamiento, menos gastos en infraestructura hospitalaria y una gestión más eficiente del personal sanitario.
"Este modelo terapéutico no solo transforma la experiencia de la paciente, también es una solución eficaz para los retos de sostenibilidad del sistema sanitario. Al reducir la duración de los tratamientos sin perder eficacia, conseguimos optimizar recursos, mejorar la accesibilidad y agilizar los tiempos de atención", concluye el Dr. Couñago.
Un paso más hacia una oncología más eficaz, humana y sostenible
Este estudio abre la puerta a un cambio en la forma en la que se aborda el tratamiento del cáncer de mama a nivel mundial. Aunque se requiere seguimiento a largo plazo, los resultados iniciales son prometedores y pueden beneficiar a miles de mujeres en el futuro. Un avance que refleja cómo la innovación tecnológica, la evidencia clínica y la atención centrada en la persona pueden ir de la mano en la evolución del tratamiento oncológico.