Protocolos y parámetros de calidad, piezas clave para proteger la salud de las personas en diálisis
Las personas con insuficiencia renal crónica son pacientes especialmente vulnerables por su patología de base y porque suelen presentar otras enfermedades asociadas que incrementan su fragilidad. La pandemia COVID-19 ha supuesto todo un reto para ellos y para los sanitarios y empresas que se dedican a prestar atención al enfermo renal. La compañía Fresenius Medical Care está de enhorabuena porque los protocolos puestos en marcha para evitar contagios y el sistema de medición y seguimiento de parámetros de calidad implantados previamente en sus centros de diálisis han permito que la mortalidad por COVID entre sus pacientes sea inferior a la media reportada en los Registros COVID de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
En Andalucía, unas 850.000 personas tienen enfermedad renal crónica y de ellas unas 10.000 necesitan diálisis o trasplante para sustituir su función renal, según los datos del Registro Español de Enfermos Renales.
FMC, líder en el sector de la hemodiálisis, tiene 14 centros de diálisis repartidos en cinco provincias andaluzas (tres en Sevilla, tres en Málaga, dos en Almería, cuatro en Córdoba y dos en Cádiz) que cuentan con las acreditaciones ACSA, ISO 9001 e ISO 14001 otorgadas por la Agencia de Calidad Sanitaria de la Comunidad Andaluza. Tan solo en los centros de FMC se dializan cada mes cerca de 1.000 pacientes.
Los pacientes en diálisis tienen más riesgo de fallecer por COVID que la población general. "En una situación normal, estos pacientes son especialmente vulnerables y frágiles porque presentan otras patologías asociadas. Ahora, con la pandemia, la situación es también más delicada para ellos", señala la Dra. Eva Baró Salvador, nefróloga y directora médica de FMC.
Por este motivo, desde FMC se puso en marcha un protocolo COVID al inicio de la pandemia. Un ejemplo de su desarrollo es lo ocurrido en las clínicas de diálisis de FMC, en Sevilla. "En 2020 establecimos una serie de medidas que todavía siguen en marcha: antes de la entrada de los pacientes en uno de nuestros centros, se realiza un triaje con cada uno de ellos, mediante el que conocemos si tienen síntomas o si han tenido contactos con casos. En caso de sospecha, se realiza test de antígenos y se espera el resultado. Tanto a los positivos como a los que han tenido contacto con personas infectadas se les deriva a una unidad de diálisis COVID que hemos ubicado en uno de nuestros centros", explica el Dr. Juan Vázquez Cruzado, nefrólogo y Responsable Asistencial (RAS) de las tres clínicas que se encuentran en Sevilla.
Este protocolo ha permitido que la tasa de contagios en los centros FMC de la provincia, donde se atiende a casi 300 pacientes, sea ligeramente inferior a la media nacional en pacientes dializados en cualquier centro u hospital, un 9,5% frente a un 10,4% (esta última cifra procede de datos reportados por la SEN en su Registro COVID). Lo más relevante, no obstante, ha sido lograr una reducción significativa en la mortalidad por COVID entre los pacientes en hemodiálisis en clínicas de FMC. Así, en los centros FMC de Sevilla, la tasa de mortalidad por COVID ha sido del 15,2% frente al 23% ocurrida a nivel nacional (según datos de la SEN) y teniendo en cuenta todas las unidades de diálisis del país.
Como explica el Dr. Vázquez Cruzado, "en nuestros centros, los procesos frente al COVID se están haciendo muy bien, con una muy buena coordinación entre el personal FMC, el hospital de referencia y los médicos de Atención Primaria. Porque además de los protocolos de entrada a nuestras clínicas, también contamos con sistemas de cribado para detectar pacientes asintomáticos, descartar contagios entre el personal y unas pautas de aislamiento estrictas en pacientes con coronavirus que deben cumplir, junto con la realización de dos pruebas PCR, antes de volver a un centro de diálisis no COVID".
Medición sistemática de indicadores de calidad
La compañía, que está renovando su estructura para adaptarla al entorno social actual, está muy satisfecha con el impacto positivo que ha tenido la aplicación de estos protocolos al igual que el seguimiento y cumplimiento de los objetivos de los indicadores de calidad que ya se venían realizando antes de la pandemia y de forma habitual.
Entre otros indicadores de calidad, cada mes se mide la eficiencia de la diálisis, el buen control de la anemia y de la osteodistrofia renal, la sobrehidratación o su estado hemodinámico, entre otros muchos parámetros. También se tiene valora sistemáticamente la morbimortalidad de cada persona dializada. La aplicación y seguimiento sistemático de estos índices de calidad del tratamiento y atención al paciente dializado son la clave del éxito de las clínicas NephroCare, los centros de hemodiálisis de FMC. "El departamento médico de Fresenius Medical Care fue pionero en instaurar el seguimiento de indicadores de calidad de manera automatizada, lo que permite conocer la situación del paciente inmediatamente y poner planes de acción frente a desvíos", apunta la Dra. Baró Salvador.
Las herramientas informáticas que ha incorporado la compañía, como el sistema Euclid que incorpora una historia clínica electrónica y el análisis masivo de datos junto con un software propio denominado Nefrolink, permiten que todos los médicos y enfermeros que atienden a cada paciente estén conectados entre sí. De esta manera, los nefrólogos del hospital conocen en tiempo real el tratamiento que ofrecen los especialistas de centros de FMC. Como explica la directora médica de Fresenius Medical Care, "todas estas herramientas nos permiten tomar decisiones críticas para el paciente, acompañarle desde el inicio de su patología, a su paso por la unidad renal incluso cuando se trasplanta, y no solo cuando está en diálisis, porque podemos compartir una misma historia clínica, algo que también ayuda a los clínicos. FMC tiene una visión integral que ayuda a entender de manera holística al paciente renal y no de forma parcelada".
El impacto de la enfermedad renal en fase avanzada ha aumentado en los últimos años, creciendo en Andalucía un 7% con respecto al año anterior, lo que supone un incremento de 1.200 pacientes nuevos que necesitan tratamiento renal sustitutivo.
Por este motivo, FMC tiene por objetivo continuar con este desarrollo de conocimiento e innovación necesarios para mantener la salud de las personas con enfermedad renal crónica. Se trata de ofrecer cuidados y protocolos eficaces para retrasar la entrada en diálisis cuando el riñón empieza a deteriorarse, así como terapias de excelencia para sustituir la función renal si el riñón falla.
La estructura de FMC garantiza por tanto que los servicios ofertados cuenten con los más altos estándares de calidad, fijados a nivel europeo, y que incluyen una sistematización de procesos, flujos, equipamiento y personal especializado.
Como concluye el Dr. Vázquez Cruzado, "es fundamental trasladar a estos pacientes que cuentan con unos profesionales dispuestos a ofrecerles la mejor atención y los medios más adecuados para su tratamiento que les permitirá llevar una vida lo más plena posible. Fresenius Medical Care se ha implantado en el territorio andaluz gracias al rigor y esfuerzo de sus trabajadores y de su oferta de calidad en terapias, maquinaria y atención".