Investigadores del Hospital Clínic-Idibaps han identificado en un estudio que la terapia con perros en el Hospital de Día de salud mental infantojuvenil es beneficiosa para los pacientes porque son "facilitadores" del tratamiento, ha explicado la jefa de servicio de Psiquiatría y psicología infantil y adolescente, Astrid Morer.
En declaraciones a los periodistas este jueves, Morer ha explicado que han realizado el estudio con menores de 13 años junto con profesionales de CTAC, especialistas en realizar este tipo de terapias con animales, y con la colaboración de Purina y la Fundación la Caixa.
"Los perros nos ayudan a que el ambiente terapéutico sea más fácil", detalla Morer, que ha asegurado que el paciente está más colaborador, el vínculo con el animal lo calma y, por lo tanto, facilita la realización de la terapia así como el trabajo de los profesionales.
Han llevado a cabo el estudio con pacientes pediátricos con trastornos mentales graves como trastornos del espectro autista, trastornos de conducta, trastorno de estrés postraumático y síndrmome de Tourette, entre otras patologías psiquiátricas que atienden en el Hospital de Día.
Estos menores tienen dificultades sociales y muestran reticencias a la hora de realizar ejercicios de vínculo en el hospital, pero cuando el perro está en la sesión terapéutica hay "menos crisis de descontrol emocional, estan más relajados y hay menos fracaso de asistencia", explica Morer.
El enfermero especialista de salud mental e investigador principal del estudio, Elías Guillén, ha expuesto que el número de crisis emocionales y agitaciones registradas en el estudio fue "significativamente inferior" en las sesiones con perros, aproximadamente tres veces menos.
Guillén ha remarcado que los resultados obtenidos son en menores de 13 años y ha avanzado que ampliarán y estudiarán sus beneficios en pacientes de 13 a 17 años.
ENTRENAMIENTO
La trabajadora de CTAC Eva Domènech ha explicado que estos perros realizan un entrenamiento, socializan y pasan un examen para determinar que sus aptitudes y actitudes se ajustan al perfil para desarrollar este trabajo y, una vez superadas estas pruebas, se convierten en perros de intervención asistida con animales.
Estos animales aportan "beneficios preventivos inestimables" que trasladan al entrono terapéutico como la responsabilidad, la motivación y la sensación de ser competente y capaz, según Domènech.