El grupo de investigación en psiconeurobiología de los trastornos de la conducta alimentaria y conductas adictivas del IDIBELL, Hospital Universitario de Bellvitge y CIBERobn, con la colaboración del IMIM, ha estudiado la relación entre las concentraciones en sangre de dos neurotransmisores del sistema endocannabinoide, anandamida (AEA) y 2-araquidonilglicerol (2-AG), con variables clínicas e índice de masa corporal (IMC) en un grupo de pacientes con condiciones clínicas extremas de peso, en concreto, obesidad y anorexia nerviosa.
Los resultados, publicados en la revista European Psychiatry, muestran diferencias significativas en la concentración de AEA entre los diferentes grupos, a diferencia de lo que sucede con 2-AG. En el caso de 2-AG, su aumento sólo correlacionaba con menor IMC en el grupo de anorexia nerviosa que, a su vez, se ha asociado la gravedad del trastorno. En cuanto a AEA, se observó su incremento en los grupos con obesidad – tanto con TCA como sin ellos – en comparación con los grupos de anorexia nerviosa y de control. Asimismo, mayor AEA parece indicar valores más extremos de IMC, hacia abajo en casos de anorexia nerviosa, y hacia arriba en caso de obesidad. En consecuencia, estos hallazgos evidencian la implicación de los endocannabinoides en el comportamiento alimentario anormal, las alteraciones de peso y los rasgos psicopatológicos, lo que podría representar un posible objetivo terapéutico.
El sistema endocannabinoide
Según explican dos de las investigadoras del IDIBELL, Isabel Baenas y Romina Miranda-Olivos, “en las últimas décadas, el sistema endocannabinoide se ha mostrado como un factor biológico implicado en la patogénesis de las condiciones clínicas extremas de peso, dado su rol modulador en el comportamiento de la ingesta, en el metabolismo energético y en el procesamiento de la recompensa relacionada con la comida”. Este sistema está compuesto de ligandos endógenos denominados endocannabinoides, receptores cannabinoides y la maquinaria enzimática a cargo de su síntesis y degradación.
Fernández-Aranda aclara que “a pesar de las limitaciones del estudio, como que la población consistente solamente en mujeres en busca de tratamiento, o la falta de variables como hormonas, medicación o ejercicio físico, estos resultados representan un comienzo en el análisis de las complejas interacciones entre endocannabinoides y variables psicológicas en condiciones clínicas extremas de peso”.
Fuente: Idibell