Una vitamina común puede ayudar a prevenir la espina bífida
Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (EEUU) han dirigido una investigación que ofrece nuevos conocimientos sobre las causas de la espina bífida, el trastorno estructural más frecuente del sistema nervioso humano.
El trabajo del grupo, dirigido por los doctores Keng Ioi Vong y Sangmoon Lee, ambos del laboratorio del doctor Joseph G. Gleeson, del Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UC San Diego y del Instituto de Medicina Genómica Infantil Rady, revela el primer vínculo entre la espina bífida y una microdeleción cromosómica común en humanos.
El estudio demuestra que los individuos portadores de esta deleción cromosómica -presente en uno de cada 2.500 nacidos vivos- presentan un riesgo de espina bífida más de 10 veces superior al de la población general.
Asimismo, el estudio, publicado recientemente en la revista 'Science', también subraya el papel potencial de un complemento alimenticio común en la reducción del riesgo de espina bífida.
Gleeson, el autor principal del estudio, ha explicado que la espina bífida, también conocida como meningomielocele, afecta a uno de cada 3.000 recién nacidos. Por desgracia, la mayoría de las veces se desconocen las causas. "Se han descrito algunas mutaciones, pero sólo podrían explicar una pequeña fracción del riesgo", ha añadido Gleeson.
Para descubrir las causas genéticas de la enfermedad, el laboratorio de Gleeson en la UC de San Diego se unió a colegas de todo el mundo para crear el Consorcio de Secuenciación de Espina Bífida en 2015.
El consorcio comenzó a centrarse en una diminuta deleción en el cromosoma 22. Las microdeleciones cromosómicas son un trastorno en el que faltan varios genes en un cromosoma. La afección objetivo del grupo, conocida como 22q11.2del, se ha relacionado con otros trastornos. Empezaron a buscar el 22q11.2del en pacientes con bífida espinal.
"Todos los pacientes que seleccionamos presentaban la forma más grave de espina bífida, y a todos se les practicó una secuenciación genómica completa. Identificamos 22q11.2del en 6 de 715 pacientes. Puede que no parezca un porcentaje elevado, pero se trata con diferencia de la variación genética individual más común que podría contribuir a la espina bífida", ha explica Gleeson.
El grupo identificó a otros ocho pacientes con espina bífida portadores de la deleción a partir de una cohorte de aproximadamente 1.500 individuos reclutados debido a la presencia de la deleción común 22q11.2.
A continuación, los investigadores redujeron la causa entre los muchos genes de la deleción 22q11.2 a un único gen conocido como CRKL. Gleeson ha destacado que hay otros nueve genes en esta región cromosómica que podrían haber sido la causa.
LA VITAMINA B-9 PODRÍA PREVENIR LA ESPINA BÍFIDA
El equipo inició un proceso en el que eliminó uno a uno los genes de los ratones, cuando recibieron un correo electrónico fortuito de Dolores Lamb, del Weil Cornell College of Medicine. Lamb había observado que algunos de los ratones de su vivario carecían de Crkl y presentaban espina bífida. (Vong explicó que los investigadores utilizan mayúsculas para describir el gen en humanos y minúsculas para los ratones. El grupo de Lamb se enteró del proyecto del laboratorio de Gleeson a través de la Asociación de Espina Bífida.
"Este hallazgo nos entusiasmó porque significaba que la alteración de CRKL podría ser suficiente para la espina bífida", ha afirmado Vong, coautor del estudio. "Nosotros mismos eliminamos el gen Crkl del ratón y confirmamos que algunos de los ratones desarrollaron defectos del tubo neural, incluida la espina bífida", ha añadido Vong.
A continuación, estudiaron cómo podría modular el ácido fólico la espina bífida mediada por CRKL. Vong ha indicado que estudios previos en humanos habían demostrado que la suplementación con ácido fólico (también conocido como vitamina B-9) antes de la concepción reduce la incidencia de espina bífida y otros defectos del tubo neural hasta en un 30-50 por ciento, pero los mecanismos siguen siendo un misterio.
"Cuando privamos a los ratones hembra mutantes Crkl de ácido fólico en su comida, muchas más de sus crías presentaron defectos del tubo neural, y la gravedad aumentó drásticamente. Esto sugiere que el ácido fólico tomado por mujeres embarazadas puede no sólo reducir el riesgo, sino también la gravedad de los defectos del tubo neural en su descendencia", ha finalizado Vong.