La vitamina D podría ser la clave para prevenir el cáncer de ovario
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nagoya descubrieron que este heterolípido no solo contrarrestó este proceso, sino que también revirtió las células asociadas con esta enfermedad
Los investigadores creen que la vitamina D podría ser clave para prevenir el cáncer de ovario, uno de los más letales, ya que descubrieron que detuvo una transformación clave en la metástasis del cáncer.
Además, la vitamina D revirtió activamente un proceso por el cual el cáncer de ovario vuelve las defensas del huésped contra ellos, lo que sugiere que también podría ser clave como parte de un plan de tratamiento para el diagnóstico en etapa temprana.
El cáncer de ovario a menudo se somete a un proceso llamado metástasis peritoneal, mediante el cual sus células se desprenden de su sitio primario en el ovario y viajan a un sitio secundario, como la pared peritoneal o el diafragma.
El peritoneo se defiende con una barrera formada por células mesoteliales, que impiden la adhesión de células cancerosas y limitan su propagación. Sin embargo, el cáncer de ovario elude esta defensa al transformar las células mesoteliales protectoras en células mesoteliales asociadas con el cáncer. Esto crea un entorno que ayuda a la metástasis, ayudando a la propagación del cáncer por todo el cuerpo.
Por esta razón, el cáncer de ovario se ha denominado "un asesino silencioso", ya que a menudo causa pocos síntomas distintos hasta que está avanzado. Nueve de cada diez mujeres con un diagnóstico en etapa temprana sobreviven. Si se recoge tarde, solo uno de cada diez vive más de cinco años.
Ahora, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nagoya, dirigidos por el Dr. Masato Yoshihara, descubrieron que la vitamina D no solo contrarrestó este proceso, sino que también revirtió las células mesoteliales asociadas con el cáncer a su estado original. Este proceso reforzó el efecto de barrera de las células mesoteliales y redujo la propagación del cáncer.
“Demostramos el potencial de la vitamina D para normalizar las células mesoteliales asociadas con el cáncer, que es el primer estudio de este tipo”, dijo el Dr. Kazuhisa Kitami, el primer autor del estudio.
"El punto más interesante de este estudio es que, en situaciones en las que la detección temprana del cáncer de ovario sigue siendo extremadamente difícil, demostramos que el entorno peritoneal puede restaurarse a su estado normal, donde evita la adhesión y el crecimiento de las células cancerosas".
La vitamina del sol logra esto al interrumpir la ruta de una proteína del factor de crecimiento tumoral llamada TGF-B1 para producir cambios en la expresión génica que se especializan en el proceso de metástasis peritoneal mencionado anteriormente.
Es otra razón por la que las mujeres deberían considerar seriamente un suplemento de vitamina D de entre 2000 y 4000 UI, a menos que pasen tiempo al aire libre para trabajar. Algunas estimaciones sitúan al 42 % de los estadounidenses con deficiencia de vitamina D, aunque la deficiencia depende de lo que un determinado investigador decida usar como nivel mínimo, y eso a menudo no se acuerda.
Si uno considera lo que algunos trabajos recientes consideran niveles óptimos de vitamina D no solo para prevenir enfermedades, sino también para mejorar la salud y el estado físico, entonces la deficiencia en los Estados Unidos podría ser de más de la mitad de la población.