El bombero fallecido en la central de Ascó le prestó su respirador a una empleada para salvarle la vida

Los bomberos pudieron salvar la vida de la mujer, pero no la de su compañero.

Esta es una de las hipótesis que baraja la Guardia Civil, que ha abierto una investigación para esclarecer los sucesos.

En un enorme acto de valentía, el bombero que falleció hace unos días en la central de Ascó cedió su respirador a una empleada que se hallaba inconsciente con el fin de salvarle la vida, lo que en última instancia le costó la suya propia. 

Pese a lo que se podría pensar en un primer momento, lo cierto es que la energía nuclear no fue causante del accidente. Por lo que se conoce, fue una fuga de dióxido de carbono lo que propició el accidente que acabó con la vida de este bombero.

El accidente se produjo según las primeras averiguaciones cuando se realizaban tareas de mantenimiento de la central nuclear de Asco, en Tarragona. Fuentes del cuerpo de Bomberos de Tarragona han informado que en el momento del incidente los afectados "estaban trabajando en el sistema contra incendios, que funciona con CO2", y que se ha producido una fuga.

"Y en el momento en el que se produce la ignición, el CO2 comienza a salir y a desplazar el oxígeno, y una vez que no hay oxígeno la combustión se acaba. Es la forma de apagar fuegos en lugares donde no se puede usar agua", han explicado.